miércoles, octubre 15

Paraguay alza su voz en la ONU: Peña exige firmeza y respeto a la democracia

Por Camilo López Delgado

Analista Internacional | Corresponsal en Naciones Unidas New York – EEUU

El mandatario paraguayo denunció la violencia política y pidió resistir al autoritarismo y al populismo

Esta mañana, el debate general de la 80ª Asamblea General de la ONU continuó en Nueva York y uno de los oradores fue el presidente de Paraguay, Santiago Peña Palacios. El mandatario abrió su intervención recordando los recientes asesinatos políticos del precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay y del activista conservador Charlie Kirk, hechos que calificó de “cobardes e incomprensibles”. Instó también a la comunidad internacional a despertar de su “somnoliento estado de complacencia” y advirtió: “Nuestros valores, nuestra forma de vida, están en peligro… Digamos alto y claro: no al odio, no a la violencia, no al autoritarismo”.

Venezuela, Nicaragua y la fragilidad regional

Peña dedicó un tramo de su mensaje a denunciar los retrocesos democráticos en la región. Señaló que las elecciones de julio de 2024 en Venezuela “pisotearon la voluntad del pueblo” y recordó que más de siete millones de personas han abandonado ese país en lo que describió como “la mayor crisis migratoria en la historia del hemisferio occidental”. También criticó con dureza la persecución a opositores y a la Iglesia en Nicaragua, calificándola de “algo impensable en América Latina”. Paraguay —dijo— no puede guardar silencio cuando sus vecinos atraviesan opresiones similares a las sufridas bajo la larga dictadura militar de su propio país.

Democracia, conflictos globales y cadenas de suministro

El mandatario insistió en que “una crisis de la democracia no se resuelve con mano dura, ni censura, ni autoritarismo, ni mucho menos violencia” y que el único camino es “más democracia, más república, más tolerancia, más diálogo, más derechos y más libertad”. Extendió su mirada a los más de 120 conflictos armados en el mundo, advirtiendo sobre el “fracaso de nuestras instituciones” y llamando a una acción inmediata en Haití. Así mismo, alertó sobre el colapso de las cadenas globales de suministro y cuestionó las alianzas comerciales que priorizan la eficiencia sobre la seguridad, señalando que aceptar inversiones de regímenes autoritarios “hipoteca no solo la economía, sino también la democracia”.

 

Israel, Taiwán y la autoridad moral de Paraguay

Peña reafirmó también el derecho de Israel a defenderse tras los ataques de Hamás, condenó el antisemitismo y reiteró que Paraguay ha sido uno de los primeros países en clasificar a Hezbollah y Hamás como organizaciones terroristas. En paralelo, defendió la inclusión de Taiwán en la ONU, recordando los 67 años de relaciones diplomáticas bilaterales y afirmando que “el valor de hacer lo correcto no tiene precio”. Estas posturas, sostuvo, otorgan a Paraguay una “genuina autoridad moral” para discutir los problemas multilaterales.

Reformas en la ONU y optimismo hacia el futuro

El presidente se alineó con la iniciativa UN80 y reclamó una “reforma profunda” del Consejo de Seguridad, con la eliminación del veto para devolver legitimidad a la organización. En un cierre más optimista, aseguró que Paraguay “ya no es solo un país», sino «el país”, destacando un crecimiento económico, la reducción de la pobreza extrema y programas sociales como “Hambre Cero en las Escuelas” y “Che Róga Porã.” Convocó a los Estados miembros a construir juntos un “futuro distinto”, con “más democracia, más libertad, más tolerancia y más justicia”.

El resto de la jornada en la ONU

Además del presidente paraguayo, la sesión matutina contó con discursos cargados de advertencias y llamados a la acción. El rey Felipe VI de España subrayó que “la dignidad del ser humano no es negociable” y reclamó el fin inmediato de la ofensiva en Gaza, condenando tanto el terrorismo de Hamás como la actuación del Gobierno israelí. También defendió el multilateralismo, la Agenda 2030 y la necesidad de consenso climático de cara a la COP30 en Brasil.

El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy, por su parte, denunció que la guerra de Rusia persiste sin un alto el fuego y advirtió del riesgo de una carrera armamentista global con drones y nuevas tecnologías de combate. Desde Irán, Masoud Pezeshkian calificó de “genocidio” lo que ocurre en Gaza y acusó a Estados Unidos e Israel de agresión directa contra su país, a la vez que reiteró que Teherán no busca armas nucleares. El argentino Javier Milei arremetió contra la ONU y la Agenda 2030, habló de una “escalada de violencia política de la izquierda” y reclamó la soberanía sobre las Islas Malvinas. Por último, entre otros discursos a resaltar, el presidente sirio Ahmad Al-Sharaa declaró que Siria regresa a la comunidad internacional tras seis décadas de dictadura y prometió una nueva etapa de paz, estabilidad y justicia, reafirmando asimismo el apoyo de su país al pueblo palestino.

Una vez más, Nueva York se convierte en el escenario donde convergen las esperanzas diplomáticas y las tensiones del orden global. El debate continuará a lo largo de la semana, con nuevas intervenciones que buscarán marcar la agenda internacional en un contexto de fracturas profundas que exigen mayor cooperación y diálogo multilateral.