Comentario 3×3
En la directa proporción en que los ingresos económicos no han sido suficientes para el aumento de la población en nuestro país, ha jugado un rol cada vez más trascendente el dinero en las decisiones de carácter político.
Cuando nos referimos a esto, no solamente hablamos de los comicios electorales que se realizan cada 5 años, sino también de cualquier justa comercial que se realice en cooperativas, en asociaciones, en gremios, no hay un solo sitio donde si el candidato no tiene recursos suficientes para pagar por el voto del afiliado del asociado, pues no tiene ninguna chance de alcanzar dicha posición, y si al mismo tiempo no pasan por la casa a llevarle para votar, la cuestión tampoco nunca se consolida.
Cuando las cosas están muy pareja, los votos tienden a subir en cotización a las tardes, donde podemos encontrar, como en la reunión de los abogados del pasado día sábado, para elegir dos miembros de un órgano colegiado, dos miembros de los abogados y dice que ha corrido muchísimo dinero.
Uno se pregunta sabiendo el caso de los abogados y entendiendo el concepto del Estado de Derecho, como también se le denomina a la democracia, que los abogados sean pagados para ir a votar, es una sensación realmente de indefensión ciudadana que rodea a cualquiera.
Si estos son los mismos abogados que después nos van a defender, también podríamos presumir que puedan venderse a la contraparte y si van a abrazar la carrera de fiscal o de jueces, podría acontecer lo mismo.
Los abogados tendrían que haber dado un ejemplo de rectitud y de confianza en el manejo de las cuestiones electorales, pero más que nada enviar un mensaje contundente que en el Paraguay todavía hay muchas cosas que el dinero aún no puede comprar, y para eso necesitamos reforzar los elementos de integridad y de honor si queremos tener algo de esperanza hacia el futuro.
