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Padres, pero en era digital

Si ser padres es difícil, en era digital es aún peor. Si… si, vos que estás leyendo y tuviste hijos hace 20 años, a vos te fue más fácil, y no es comparar quién fue mejor o peor padre, porque seguro internet tiene algún estudio publicado por la Universidad de blabla y nos dice que vos, papá o mamá de 0 internet, FUISTE MEJOR.

Es que encima en esta era en la cual todos tenemos celulares pequeñitos, pero con internet, nos metemos ahí a la red y en tres segundos de lectura te das cuenta que para algún entendido en la materia y encima hasta sin hijos… lo estás haciendo mal, o lo que es peor, subiste la foto y todos se enteran que lo estás haciendo mal.

Pensemos lo que pasaron los padres hasta el 90, o aquellos con ese internet por teléfono fijo, que si alguien lo levantaba para hacer una llamada se cortaba el internet, ¿que se iba uno a poner a buscar sobre el BLW? ¿O el resultado de una diarrea? Y ahí estaban los padres sin internet, criando a sus hijos con el hermoso arte de “si me equivoco que lo arregle el psicólogo.”

Pues ahora las cosas cambiaron y entras a internet para darte cuenta que la diarrea puede ser producto de tu mal desempeño de adulto dejando a tu bebé teniendo frío… O el debate que se crea en el Instagram porque el bebé come con las manos trozos de carne y no papilla…

Ser padres 2.0 es saber que podes hacer algo mal y que todos se van a enterar, así como cuando subas la foto de tu hijo sin casco aprendiendo a andar en bicicleta, o lo que es peor… tu hijo comiendo tierra.

Pero con internet o sin internet, padres o eternos tíos, lo más lindo de todo es saber que das lo mejor de vos y que esa cosa pequeñita llena de mocos te eligió para que lo abraces, lo ames y lo eduques con el amor más grande para llenar su vida.

Y bueno, con internet avisándote ¡qué lo hiciste mal!

Florencia Gismondi
Florencia Gismondi
Licenciada en Periodismo, Comunicadora, Conductora de TV y Radio. Amo el medioambiente, recicladora compulsiva. Madre 24/7, no duermo, pero intento que no se note.

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