Real Madrid y Liverpool se miden por la Champions League en París, la final se disputará este sábado 28 de mayo a partir de las 15:00 horas y el escenario del duelo será el Stade de France de Saint-Denis.
Por el lado merengue, Carlo Ancelotti, vencedor de dos Copas de Europa como futbolista y tres como entrenador, aseguró que los sentimientos y las emociones son más fuertes al conquistar el título como técnico porque se sienten más responsabilidades.
“Al ganar sientes que has ganado la competición más importante, que has hecho bien tu trabajo. Es diferente ganarla como entrenador que como jugador. Los sentimientos, las emociones, son diferentes. Son más fuertes cuando se gana como entrenador. Como jugador, formas parte del grupo que gana el trofeo, pero como entrenador tienes más responsabilidades”, afirmó a Uefa.
Ancelotti tiene ante sí la oportunidad de hacer historia si derrota al Liverpool. Se convertiría en el técnico con más ‘Champions’ conquistadas. “He pensado en ello. Han pasado muchos años desde la primera vez. El fútbol ha cambiado y yo he sabido adaptarme a esos cambios. Desde la primera final en 2003 hasta hoy ha habido muchos cambios. Han sido cambios positivos. El fútbol es siempre un espectáculo muy interesante, y me adapto a los cambios porque me apasiona este deporte”.
El técnico italiano no concede importancia a las ganas de revancha expresadas por ‘Mo’ Salah en el reencuentro en la final, cuatro años después, de los mismos protagonistas de Kiev. “El Real Madrid también busca revancha porque perdió una final contra el Liverpool en París. No creo que eso signifique mucho. Se enfrentarán dos grandes equipos y el que tenga más coraje y personalidad ganará al final”.
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Por el lado inglés, con una media sonrisa, Jürgen Klopp admitió la condición innata de perdedor que le ha acompañado a lo largo de su carrera. “Estoy acostumbrado a ser segundo”, dijo el estratega. Vio perder seis finales de forma consecutiva entre 2012 y 2019 y que le colocó como el entrenador maldito del fútbol mundial.
Una racha que murió en el Wanda Metropolitano, en la final de la Liga de Campeones que el Liverpool le ganó al Tottenham Hotspur y con la que Klopp puso fin a siete años de espera. Pero esto no implica que el germano haya olvidado aquellos tiempos y se acordó de esa fama al perder la Premier League por un solo punto, pese a sumar 92 unidades, una cifra con la que hubiera sido campeón en cualquier otra liga.
“Creo que aún tengo el récord con el Mainz de ser el equipo que sumó más puntos y no consiguió subir”, reconoció Klopp, cuya maldición comenzó precisamente en la Champions, pero cuando dirigía al Borussia Dortmund.
A los alemanes los coronó campeones de la Bundesliga en 2011 y 2012, además de sumar ese último año una Copa de Alemania, pero fue en 2013, en Wembley, cuando tuvo la guinda del pastel a su alcance. Una final a la que los de Dortmund llegaron tras arrasar al Real Madrid con el póker de Robert Lewandowski, pero en la que la figura fue Arjen Robben, que se quitó todos los fantasmas de su carrera con el gol que coronó al Bayern de Múnich. A aquella final perdida le acompañó al año siguiente la de la Copa de Alemania, en 2014, y también en 2015. Ahí tiró la toalla con los alemanes, se marchó en el verano de 2015 y esperó a que la puerta del banquillo del Liverpool se abriera unos meses después.
Con los ‘Reds’ llegaron otras tres decepciones. La primera, la de la Copa de la Liga en 2016, contra el Manchester City aún dirigido por Manuel Pellegrini, la segunda, la Europa League que el Sevilla les arrebató en Basilea, y la tercera y más importante, la de la Champions League de Kiev, contra el Real Madrid.
EFE