foto: La Unión
Las refriegas políticas en el Paraguay siempre tienen un tono electoralista y un presidente de cinco años de mandato que en realidad sólo gobierna los tres primeros años, los dos siguientes ya son de preparación para el siguiente.
Es lo que estamos viviendo en este conflicto entre Mario Abdo y Horacio Cartes, dejaron de ser funcionales, han roto el noviazgo circunstancial por un evento. La cuestión está en preparar las armas de cara al 2023, donde el gobierno casi siempre pierde con sus candidatos oficiales.
Este caso tampoco será la excepción con Abdo, ni mucho menos con las más de 12.000 personas fallecidas por Covid. Lo que vemos en realidad es que buscan una razón y un argumento traído de los pelos para decir que con eso se están enfrentando desde una posición completamente distinta a la conveniencia y a la complicidad que mantuvieron durante los tres primeros años, donde la relación ha sido extraordinariamente beneficiosa para ambos.
En el caso del presidente, para salvarse del juicio político, y en el caso de Cartes para continuar con sus negocios de contrabando de cigarrillo hacia el Brasil. No hay ninguna razón demasiado evidente detrás de todo esto que no sean las cuestiones meramente electoralistas.