El Paraguay ha solicitado al mecanismo Covax de la Organización Mundial de la Salud que no les envíe vacunas porque pueden perderse debido a que no hay mucha demanda para ser inoculado contra el Covid-19. Esta es una nueva circunstancia que vivimos durante este año 2021, que ha sido un año aciago, doloroso para muchos paraguayos.
Casi 16.000 muertos solo en este año por Covid-19 y -fundamentalmente- por que no habíamos tenido los biológicos en tiempo oportuno. Ahora que tenemos en cantidades importantes, hay una porción muy grande donde la población paraguaya -casi dos millones de personas- que no se han inoculado por varias razones, porque no tienen la información, les queda lejos, tienen temores, son sujetos de la desinformación o le quieren pasar la factura al gobierno, que no ha demostrado ni empatía, ni capacidad de ponerse en la condición de esas personas.
Cuando el Estado te pide que te vacunes lo hace en nombre de una política de gobierno que en ese momento encarna el Presidente y su grupo de gobierno a los demás poderes del Estado.
Cuando uno observa que a ese gobierno sólo le interesan los privilegios, las grandes ventajas económicas que suponen la administración del poder en otros países, la gente no quiere escuchar ninguna recomendación que venga desde el gobierno y hace oídos sordos o termina desconfiando profundamente de esos pedidos.
Eso se ha visto en otros países del mundo y es una de las razones que tendríamos que indagar en el caso paraguayo acerca de aquellos que se resisten a ser inoculados. Muchos dicen “le voy a pasar la factura a este gobierno” aunque él no integre en eso de factura su propia vida y la de sus seres queridos con quienes entra en contacto y a quienes podrían transmitirle el virus y también a ser sujeto de la transmisión.
Una llamada de atención para los gobiernos y especialmente el paraguayo, ponerse en la condición de la gente para que cuando hable lo haga con autoridad moral y la gente escuche cuando diga algo con respecto al tema de la vacunación masiva contra el Covid-19.
