Tras unas elecciones que no otorgaron una mayoría concluyente, el presidente del gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, y su rival conservador, Alberto Núñez Feijóo, lanzarán negociaciones para tratar de evitar una repetición de los comicios.
La cuarta economía europea parecía encaminada hacia un bloqueo político luego de que el domingo, desafiando todos los sondeos que auguraban su debacle, Sánchez lograra limitar el avance de la oposición de derecha.
El Partido Popular (PP, conservadores) de Feijóo consiguió 136 escaños de un total de 350 en el Congreso de los Diputados, mientras que el partido de extrema derecha Vox, su único aliado potencial, consiguió 33.
Por tanto, suman 169 escaños, lejos de la mayoría absoluta de 176 que permite formar gobierno.
Del otro lado, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) de Sánchez obtuvo 122 escaños y Sumar, su aliado de izquierda radical, 31.
Y si bien ambos suman 153, menos que la derecha y Vox, tienen más opciones de mantenerse en el poder de conseguir los votos de partidos regionales vascos y catalanes, que ya los apoyan habitualmente en el Congreso.
«En el aire»
El resultado de las elecciones «marcará el comienzo de un período de incertidumbre política que durará meses», advirtió Federico Santi, experto de Eurasia Group, en línea con diarios españoles, que auguraban, como en el caso de El País, que un nuevo gobierno queda «en el aire».
En la noche del domingo, frente a sus seguidores reunidos ante la sede del PP en Madrid, Feijóo reivindicó su derecho a formar un gobierno como «candidato del partido más votado».
Feijóo, quien dijo querer eludir «un periodo de incertidumbre», pidió a los socialistas evitar «la tentación de volver a bloquear España».
«El escenario es complicadísimo, sin duda, pero hay que tirar para adelante» y negociar, «porque si no el escenario al que podemos ir es muy preocupante también, ya sea el del bloqueo o una repetición electoral», señaló en la mañana del lunes en la radio Onda Cero un portavoz del PP, Borja Sémper.
Sin mayoría absoluta con Vox, Feijóo quiere gobernar en minoría, pero para eso necesitaría la abstención de los socialistas durante la votación de investidura en el Parlamento, algo que los socialistas ya han dicho que no harán.
«No pasarán»
Frente a unos eufóricos seguidores que gritaban «No pasarán», la conocida consigna antifascista de la Guerra Civil (1936-1939), en la noche del domingo el presidente del gobierno saliente se mostró confiado en su capacidad para seguir al frente de España.
El PP y Vox, que conforman un «bloque involucionista (…) han salido derrotados», lanzó Sánchez en un estrado frente a la sede del PSOE en Madrid. «Somos muchos más los que queremos que España avance y así seguirá», añadió.
Con 153 diputados, la alianza de PSOE y Sumar necesitará el apoyo de varias formaciones regionales, como los catalanes de ERC (7 escaños) o los vascos del PNV (5) o Bildu (6), esta última considerada heredera política de la extinguida banda separatista ETA.
Pero la clave es que el PSOE y Sumar tendrán que asegurarse también la abstención de JxCat (7 escaños), el partido del independentista catalán Carles Puigdemont, huido en Bélgica para evadir la justicia española por su papel en la fallida secesión catalana en 2017.
Fuente: Agencia IP