El 8 de Marzo no es un día para festejar, sino un día para mostrarle a la sociedad que no hay nada que festejar mientras siga existiendo una brecha enorme entre los hombres y las mujeres. Es una oportunidad para mostrar que las mujeres paraguayas siguen siendo violentadas, amenazadas, desvalorizadas y estigmatizadas por una sociedad y por un Estado que no garantiza sus derechos, empezando por el derecho a la vida.
En Paraguay la situación de abandono se agudizó, donde vemos con ejemplos crueles y fatales que el aparato punitivo del Estado no es capaz de hacer el trabajo de proteger a las mujeres que son víctimas de todo tipo de violencia, y con un Ministerio de la Mujer muy cuestionado que encara políticas públicas de promoción y protección hacia las mujeres en nuestro país.
La activista feminista y abogada, Mirta “Michi” Moragas, explica que lastimosamente el tema principal para este 8M sigue siendo el tema de la violencia.
“Los primeros meses del año han sido totalmente dramáticos en términos de intentos de feminicidio, feminicidio y en términos de la inoperancia estatal y la indolencia. Digo lastimosamente porque ni siquiera podemos estar hablando de otros derechos, y vamos a tener que seguir enfocándonos en este tema porque la realidad nos está golpeando en la cara”, indicó Michi.
Según datos de la Oficina de Género del Ministerio Público, en el 2021 se dieron 6 casos de feminicidio, 4 en el mes de enero, 1 en febrero y 1 en marzo. Un dato no menor es que de estos seis casos, cinco fueron cometidos dentro de una vivienda y uno en la vía pública.
“El 8 de marzo es un poco el día de la mujer trabajadora, pero la realidad nos está mostrando que todavía tenemos que seguir poniendo énfasis en el tema de la violencia, porque tenemos que estar vivas para poder tener todos los derechos”, remarcó Moragas.
SIN PROTECCIÓN
En este sentido lo que resulta aún más grave es que el 50% de las víctimas fatales de violencia tenían a su favor una orden emitida para una autoridad judicial que prohibía a su victimario a acercarse a ella, sin embargo la realidad es otra.
“El sistema de protección no está funcionando adecuadamente. La mitad de víctimas de feminicidio tenía orden protección que no se estaba cumpliendo”, refirió la abogada y activista feminista.
Según los informes de la Fiscalía, en lo que respecta al parentesco con el agresor, en tres de los casos de feminicidio en el 2021 los victimarios eran ex parejas, dos eran parejas actuales y en un caso era simplemente un conocido.
Pero como estos crímenes también dejan otras víctimas, se detalla que tres de las mujeres asesinadas tenían hijos; en estos casos 5 menores de edad quedaron sin madres.
MÁS DESIGUALDADES
La realidad también en nuestro país es que existe una brecha desde el punto de vista laboral, en cuanto a la diferencia del salario y a la desigualdad de oportunidades a acceder a un trabajo.
Estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE) hace una comparación de promedio de ingreso mensual por ocupación y por género, existe una diferencia del 22,7%. Es decir, hombres ganan más por hacer el mismo trabajo que hacen las mujeres.
“Pasamos en general por una desprecarización laboral, pero en especial las mujeres, porque las compañeras tienen hasta triple jornadas laborales en este contexto de pandemia, porque pasamos de jornada formal, el trabajo domestico y de cuidado, y se le suma lo de la educación virtual que también están a cargo de las mujeres. Nos encontramos sobrecargadas sin ningún tipo de políticas públicas que nos puedan ayudar”, señaló Griselda Yudice, una de las coordinadoras de la movilización del 8M.
Otro dato relevantes es que en el tercer trimestre del 2020, la población ocupada por género era de 1.393.267 hombres y 1.320.953 mujeres. Mientras que la tasa de desocupación al último trimestre refleja que había 105.575 hombres y 161.327 mujeres.
Es decir, la tasa de desocupación femenina creció a 11,5% en el último trimestre en comparación al primer trimestre, sin embargo, la de los hombres pasó de 6,7% en la primera parte del año a 4,9% en la última etapa del 2020.
En este sentido Yudice añadió que muchas mujeres que perdieron sus trabajos durante la pandemia, porque todas las tareas de cuidado recaen sobre ellas, no podían buscar de nuevo trabajo porque deben de estar a cargo de los cuidados del hogar.
“No es solamente que perdieron el trabajo, sino que no tienen posibilidades de conseguir nuevos trabajos perdiendo su independencia económica porque se deben de hacer cargo del hijo, del adulto mayor, de la casa, están imposibilitadas de tener un trabajo afuera”, refirió Griselda.
Es por eso que se resalta la importancia de las políticas públicas de cuidado, donde existan espacios donde dejar a los hijos de forma segura, un lugar donde los adultos mayores puedan recibir un cuidado, o si un sistema de salud que funciona para dar mayores libertades a las mujeres.
SIN POLÍTICAS
Para Marta Ferrara, de Semillas para la Democracia, el contexto actual podría generar aún más brecha en cuanto a participación de mujeres en política se refiere. Paraguay tiene uno de los porcentajes más bajos de mujeres en cargos electivos y de toma de decisiones.
De hecho, solamente el 16% de congresistas son mujeres, pero con el nuevo método de elección de listas desbloqueadas el porcentaje podría aún reducirse más.
Considera que el escenario a futuro es preocupante, en primer lugar porque históricamente tuvimos una participación de mujeres en política muy baja, y por otro lado con las nuevas reglas del Código Electoral al desbloquear las listas incentiva la participación de aquellos que tienen mayores recursos.
“Vamos a votar por un candidato o una candidata, es un caso de todos contra todos y generalmente lo que ocurre es que pierden los que tienen menor cantidad de recursos, y generalmente las mujeres tienen menos recursos económicos, tienen menos tiempo para hacer política porque tienen otro tipo de actividades, entonces el nuevo escenario en las próximas elecciones municipales no favorece en nada la participación de las mujeres en política”, sostuvo Ferrara.
Otra de las cuestiones que también afectan es la violencia contra las mujeres en política, que también es una desmotivación. Incluso, lo preocupante es que también dentro de este escenario se dan agresiones de mujeres contra las mujeres.
Todo esto también se da en un contexto de oposición a todo tipo de paridad electoral. “La paridad democrática estipula cantidad igual de mujeres y hombres (en cargos electivos). Una democracia real implica una paridad democrática porque somos 50-50, somos iguales”, remarcó Marta Ferrara.
CIFRAS
6 víctimas de feminicidio se registraron en el 2020
3 de las víctimas contaban con una orden de restricción para sus agresores.
16% de mujeres hay en cargos electivos, la tasa más baja de la región
22% es la brecha salarial entre hombres y mujeres, donde las mujeres ganan menos por hacer el mismo trabajo.
