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Mutaciones latinas en pandemia

Hay eventos, circunstancias o cambios que producen variaciones en el entorno físico, social en distintas esferas humanas. Uno de estos agentes de cambio son -además de la pandemia- las elecciones  que en medio de ella  se han desarrollado en países latinoamericanos donde además de definir su futuro están luchando para disminuir sus números de muertos o contagiados por covid..

El ciudadano en varios  países como Perú y México  han dejado claro su hartazgo y descontento con los gobiernos en ejercicio y/o los partidos tradicionales  que han terminado por votar en contra de ellos. Esto indica que los cambios no solo se dan o darán en los gobiernos sino en la forma de pensar del ciudadano  agotado por soportar lo mismo en tiempos de “normalidad” y acentuados en pandemia. El mensaje ha sido tan demoledor que aquí el actual canciller Acevedo dio un sombrío pronóstico sobre el futuro de los partidos tradicionales en la post pandemia afirmando que muchos desaparecerán.

El voto no solo cambia a los gerentes sino a su bandera, partido o grupo de seguidores del poder sino al concepto de este ligado al control del poder..

MENSAJES ELOCUENTES
Lo que esperamos son siempre cambios positivos para todos con la intención  de evitar transformaciones  en forma levantamientos, manifestaciones, y cualquier choque que produzca números de heridos y muertos como ocurre ahora en Colombia donde el gobierno no leyó con claridad el descontento y hartazgo de la gente. En Chile descomprimieron con las elecciones de constituyentes donde los partidos tradicionales fueron duramente castigados.

Lo claro es que  parece con claridad que el ciudadano latinoamericano llegó al nivel de desilusión y desencanto profundo con sus gobiernos que ha comenzado por enviar el mensaje en las urnas. La irrupción del maestro Pedro Vallejo en el Perú es una clara muestra de cómo se materializa el rechazo de la ciudadanía hacia la forma tradicional de hacer política.

El mensaje es claro: o cambian por las buenas o iremos por las males. Solo faltan oídos que escuchen y cerebros que actúen.

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