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Muerte en El Caribe: Venezuela – Trinidad

Hasta hace escasamente unos años atrás, en plena Cuenca de El Caribe existía un corredor de la muerte, era justamente el trecho por donde miles de cubanos en la búsqueda del sueño de la libertad y la prosperidad, arriesgando sus vidas atravesaban el mar abierto en balsas improvisadas para llegar a la península de la Florida. Simple, huían del socialismo para vivir en el capitalismo.

Este gran flujo de cubanos hacia USA vía marítima se les conoció con en nombre de los “balseros cubanos”, situación que aún sigue ocurriendo, sólo que, con una notable disminución. En gran medida, por la modificación de la política de “los pies secos, pies mojados” que se tradujo en restricciones y deportaciones a los inmigrantes isleños.

Este doloroso episodio que tanto luto dejó en cientos de hogares cubanos, infelizmente se está reproduciendo nuevamente, aunque en un espacio diferente. En esta ocasión se trata de un flujo migratorio intra-caribeño, es decir, desde el poblado de Güiria en Venezuela ubicado en el extremo nor-oriental del Estado Sucre, hasta Trinidad al extremo nor-occidental, hacia la localidad de Chaguaramas cerca de Puerto España.

Esto nos lleva a una pregunta obligatoria ¿cuán grande es la magnitud de la necesidad para llevar a estos venezolanos a tomar una decisión tan riesgosa como esta? En crudo, una inmensa desesperación y sufrimiento indescriptible para someterse a tal travesía. Huyendo de la compleja, prolongada, multi-dimensional e histórica crisis que ha generado en nacro-pretorianismo-neocomunista de Chávez y mantenido por Maduro.

Pero el sufrimiento de mis hermanos venezolanos no termina en sobrevivir a la peligrosa travesía una vez que desembarcan en Trinidad. Por el contrario, nuevamente son víctimas de un trato inhumano e incluso criminal por parte de las autoridades de la isla anglófona, pues, lejos de ser tratados como lo establece la Convención sobre el Estatuto de Refugiados de 1951 y el Protocolo sobre el Estatuto de Refugiados de 1967, de los cuales Trinidad y Tobago es Estado parte desde el año 2000, se les bloquea el ingreso o son expulsados abrupta y violentamente.

Esta situación ha llegado a su máximo cenit, luego que se dio a conocer recientemente la lamentable noticia que 19 venezolanos (entre adultos y niños) murieron ahogados. Según fuentes, el bote “Mis Recuerdos” salió desde el pasado 6 de diciembre y presuntamente fueron obligados a retornar a Venezuela por efectivos de la Base Naval de Guardacostas de Trinidad, regular actuación de estos funcionarios conforme a las instrucciones del Primer Ministro el Dr. Keith Rowley, del centro-izquierdista Movimiento Nacional del Pueblo. Rowley, ha callado sobre la situación venezolana y es cómplice de Maduro a cambio de unos cuantos barriles de crudo, lo peor, actúa criminalmente contra inocentes que huyen desesperadamente del hambre, la comunidad internacional está moralmente a exigir justicia al gobierno de Maduro y Rowley.

Nahem Reyes
Nahem Reyes
Doctor en Historia de la Universidad Católica Andrés Bello e investigador asociado del Centro de Estudios de América de la Universidad Central de Venezuela

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