En Paraguay además de los problemas que despertó el no tener a tiempo las vacunas, bombas de oxigeno, camas para las UTI y lo que se necesite para hacer frente de forma eficaz a la pandemia lo que vemos en realidad es el escaso apego del gobierno de cumplir la Constituciòn que habla sobre uno de sus mandatos fundamentales: defender la vida de sus mandantes. Tenemos 15 ministerios pero más de 80 personas con rango de ministro. La vanidad y la burocracia pesan más que el compromiso de hacer algo por la existencia de cada uno de nosotros.
La democracia se mantendrá entre nosotros en directa relación con la capacidad de gestión del gobierno. Si no vemos que mejore nadie seguirá creyendo que ella es “el menos malo de los sistemas políticos conocidos”. Y, es probable que ella se acabe.
Somos uno de los pocos países que no tiene aún las vacunas para proteger a su población mientras crece el número de fallecidos por coronavirus. Propongo la creación de una nueva oficina estatal que puede llamarse MIVID o ministerio de vida donde se trabaje de manera transversal. Cualquier problema que sufra el ciudadano este ministerio tendría que tener capacidad de resolverlo con una conexión directa con Hacienda para cerrar los números que se necesiten para saldar una situación. Hoy tenemos miles de paraguayos que no solo han perdido a sus seres queridos sino que se han quedado en la calle porque tuvieron que comprar medicamentos que el Estado debería proveerles. Necesitamos estar seguros que el Estado está de nuestro lado y no en contra como parece demostrarlo hasta ahora.
El ministerio de la vida eficaz que trabaje para la gente y no viva de la gente es imperioso crearlo o que los existentes entiendan que su tarea debe estar enderezada a favor de los mandantes (los que pagan sus impuestos) y no de los mandatarios que solo los administran ocasionalmente. Hay que promover la vida en estos tiempos de luto, muerte y pobreza
