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México de la mano de una presidenta

Ayer cuando tomó posesión del cargo, la científica del clima y ex jefa de gobierno de la capital mexicana Claudia Shimbaun que se convirtió en la primera mujer en ocupar la presidencia del país. Habituado a ser administrado por hombres que intentado hacer bien las cosas se han encontrado con dificultades, tentaciones y obstáculos para lograr hacer gobiernos óptimos para el mexicano y extranjero que habite el gran país latinoamericano. Ahora es  administrado por   Sheinbaum por  seis años. Tiempo en el que tendrá una agenda  demandante de trabajo, en el que esperamos tenga un fuerte y gran apoyo de su estado, equipo y población en el país y el mundo que tendrá con este caso una oportunidad para observar y ver la gestión de una mujer al frente de una república que fue gerenciada hasta hoy por hombres.

La nueva presidente fue Jefa de Gobierno de la Ciudad de México (2018-2023), una de las ciudades latinas más grandes y pobladas del continente con 8,855 millones de habitantes, que es nada comparado a lo que tendrá cómo tarea y compañía durante su administración. Porque tendrá 130,860,999 personas que existen en 1,973 millones de km². Con sus propiedades, necesidades y demandas.

Esta mujer estudió en la Universidad Nacional Autónoma de México las carreras de doctorado en ingeniería ambiental (1993-1995) , maestría en ingeniería de la energía (1990-1992) y la licenciatura en física (1984-1989). Y podemos decir que su experiencia fuerte en política le tocó al ser la alcaldesa de su ciudad capital que por su dimensión y contenido podríamos compararlo con un país. No es la misma cosa porque existen grandes diferencias entre una ciudad y un país por cómo se encuentran y lo que representan ser en el mundo. 

México estrena a una mujer cómo su ejecutivo para que ejecute tareas y designe trabajos a quienes tenga en su gabinete para que este responda cómo lo debe hacer almexicano que es el demos de su poder o cracia hace más de un siglo.

Una continuidad 

La ingeniera será la primera persona judía en liderar a México en dos siglos de historia independiente del país. No todo dependerá de ella sino de cómo logre coordinar tareas entre sus ministros y miembros del gran estado mexicano para que funcionen bien para la comodidad de su población que no desea recurrir a manifestaciones o salir de su casa para demostrar su insatisfacción con el gobierno o sus políticos. 

Será sucesora de su mentor, Andrés Manuel López Obrador, como presidenta del mayor país de habla hispana y el principal socio comercial de su vecino Estados Unidos que tiene a muchos mexicanos viviendo allí desde hace mucho tiempo legal o ilegalmente y dejaron su casa cruzando fronteras para hacerse de un empleo, tener un plato de comida o lograr hacerse de servicios vagos que atiendan su salud, educación y tener lo que busca cualquiera donde sea que son la seguridad, estabilidad, paz y armonía para sus vidas y lo que deseen emprender en su casa. La misma que hoy no tiene  a un presidente sino a una presidenta que tendrá el gran desafío de guiar a su país hacia mejores derroteros. 

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