La locomotora del PSG se llama Kylian Mbappé, pero para afrontar el tramo final de la temporada el club cuenta con subir al tren del atacante francés a sus dos otras grandes estrellas, Lionel Messi y Neymar.
Con ese tridente, el equipo cuenta con una potencia de golpeo sin igual en el continente. En la ida de los octavos de final contra el Real Madrid el dominio en el juego no se tradujo en un resultado más contundente, pero todo el peligro salió de las botas de Mbappé.
Messi estuvo participativo, pero falto de la punta de velocidad que en el pasado le permitió marcar la diferencia. Falló un penalti y fue señalado por la prensa.
Neymar, que llegó justo de forma tras dos meses y medio de baja, jugó el tramo final y dio la asistencia del gol a Mbappé.
El argentino ha dejado entrever una notoria mejoría en su juego en los últimos partidos, ante el Nantes y, sobre todo, contra el Saint-Etienne, en el que con dos asistencias de gol todo el mundo considera que firmó su mejor actuación en París.
DESCONTENTO DE MESSI
El séptuple Balón de Oro parece estar entrando en una fase de mejora de su juego. Tras los dos primeros meses de adaptación y un inicio de año complejo, en el que superó un duro covid-19.
Unas circunstancias que, sin duda, se han dejado ver en su rendimiento. Ante su silencio, ha sido su entorno el que ha pedido paciencia y mostrado su malestar por el tratamiento que la prensa le está dedicando en Francia.
El entrenador, Mauricio Pochettino, que sigue considerándole en cada rueda de prensa como “el mejor del mundo”, no para de asegurar que Messi necesita tiempo.
Tras el partido contra el Madrid y, pese al penalti fallado, alabó su actuación y dijo que casi todo el juego ofensivo del equipo salió de sus pies.
Dos amigos suyos se encargaron de mostrar el descontento con el tratamiento que está recibiendo. Sergio Agüero, que en las redes sociales aseguró que “en Francia los medios le están matando” y les consideró “tontos”.
Y Cesc Fábregas, que en declaraciones a la prensa consideró “ridículo” juzgarle solo por haber fallado un penalti.
Ajeno a ello, el jugador sigue concentrado en recuperar su mejor nivel y, poco a poco, parece encontrar una versión más parecida a la que, durante años, tuvo en Barcelona.
EL RETORNO DE NEY
En paralelo, Neymar también eleva el tono. Tras un mediocre principio de temporada y una larga lesión, el brasileño parece estar encontrando su momento de forma.
Autor de un gol, el jugador falló un penalti contra el Saint-Etienne y estrelló un balón en el palo, pero sobre todo se mostró más participativo, lo que obligó a las defensas rivales a multiplicarse y abrió espacios para sus compañeros.
Según su entorno, el jugador está en plena forma y con ganas de dejar atrás el mal paso que encadena con el PSG, que comenzó el año pasado.
En esta temporada, solo ha marcado 4 goles en 17 partidos, mientras que en 2021, durante el año natural, sumó once.
Una resurección en el Bernabeu el próximo día 9 puede impulsar su tramo final de temporada, pero el ex-barcelonista no ha marcado contra los blancos desde noviembre de 2015.
El retorno de esas dos estrellas para completar el tridente sería un reto para Pochettino, que debe buscar la forma en la que sacar el mejor rendimiento a tanto talento.
En el primer tramo de la temporada, con los tres en el campo, el PSG no mostró un juego vistoso y el equipo pareció partido en dos, sin suficiente implicación defensiva de los atacantes.
Si el técnico argentino logra encontrar la buena receta, el equipo puede ofrecer un aspecto temible. EFE