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Menesterosos en lucha

El sinónimo gravoso de  pobre es menesteroso, Paraguay es un país rico no solo en lo que produce su tierra sino por sobre la calidad de su demografía y lo que esta puede ofrecer con sus ideas y participación activa tanto en política cómo en sus necesidades sociales básicas cómo lo hacen otros países que se destacan no solo por el valor de su moneda en el mercado internacional, o la forma en que producen, distribuyen y administran sus ganancias para el bien no solo de sus estados por sobre todo para sus naciones. Leyendo un artículo publicado hoy en “The  New York Times” se observa  cómo mientras el virus tiene un efecto devastador sobre  las naciones más pobres, los países ricos están resurgiendo.

El covid no solo dio un severo golpe a los países “pobres” sino también a aquellos países que se destacan cómo naciones con fuertes ingresos económicos pero en estos la recuperación va más rápido. Quizás no toda la población paraguaya conozca ni viva lo que es estar en pasillos de hospitales esperando que los pacientes recuperen su salud para salir de esos laberintos de poca esperanzas de vida donde la lucha se hace más intensa. Aun así no se espera que toque a todos para hacer llegar el mensaje de necesidad del menesteroso no solo de alimentación o vestimenta sino lo más importante para vivir; el oxígeno, o los medicamentos más básicos y ahí nos damos cuenta que estamos en la columna de los países pobres.

HACER LAS COSAS BIEN, SALVA VIDAS
Mientras países como Inglaterra levantan ya  todas las restricciones y no tiene un solo muerto por primera vez desde marzo de 2020, ciudades como Nueva York o Miami ofrecen vacunas e incentivos turísticos a los que llegan a su territorio. Aquí sin embargo seguimos lamentando la falta de vacunas y de vacunados.  Todo va muy lento que nos lleva como conclusión lo rezagado que estamos. Este virus no perdonó a  nadie en el país ni el mundo, por el hecho que es capaz de afectar a todos sin importar el nivel ni clase social en la que se encuentre. Esto podemos identificar no solo en la cantidad de personas en hospitales públicos donde  ahora han llegado a colapsar  los servicios sino también en las salas de hospitales privados donde  gente pudiente se han enfrentado con necesidades y con la muerte.  La pobreza material y moral crea diferencias sociales enormes y aumenta la brecha entre los países como se ha visto durante esta pandemia.

El Estado paraguayo es pobre por consecuencia del malgasto y el robo de los recursos y es profundamente desigual e inequitativo por la manera en que segmenta los privilegios para algunos y la marginación de otros. Hay escasa capacidad académica y experiencia para  luchar por  el  pobre o el menesteroso  no evita que concluya esta lucha con la vida de miles.

En los países ricos ya están planeando sus vacaciones  de verano y los cruceros han vuelto a surcar los mares. Por aquí, entre los mas  los pobres las campañas de vacunación se realizan con demasiada lentitud como para poder proteger a todos pero mas especialmente a los más vulnerables. La corrupción nos empobrece y nos mata y esa debe ser una lección que tenemos que aprender de esta pandemia.

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