A pocos días de haberse iniciado la cuarentena a mediados de marzo, las denuncias de irregularidades y sobrefacturaciones en licitaciones tomaron un rol casi protagónico en las noticias.
Hoy, a más de 80 días de cuarentena, el abogado Carlos Codas, de Ferrere Abogados, explica cómo se dan estos procedimientos y hasta qué punto tienen responsabilidad los titulares de los entes públicos en las irregularidades.
Con relación al caso Mazzoleni, donde varios funcionarios presentaron renuncias y al mismo tiempo fueron sumariados por graves inconsistencias en millonarias licitaciones, Codas explicó que son otros funcionarios los encargados de predigerir la solicitud de licitación, y que el ministro o titular del ente sólo firma el análisis ya digerido.
Es decir que, de buenas a primeras, el titular de la cartera no puede tener mucha responsabilidad ya que en los documentos que debe firmar, no se pueden detectar irregularidades.
“El proceso es el siguiente, primero el departamento que quiere el insumo o producto hace la lista de lo que desea. Esto pasa a la dirección UOC donde preparan el pliego para envolver el pedido en un plano legal, finalmente para por otro departamento que establece los precios de referencia. El resultado final es un documento ya predigerido que el ministro solo debe firmar”, explicó.
El experto señala que por lo general, cuando las licitaciones tienen irregularidades es cuando el error se produce en uno de esos filtros. Por ello la inminente responsabilidad de los funcionarios.
RESCISIÓN Y ANULACIÓN
Codas explicó en otro momento que la diferencia entre rescisión y anulación es que en la primera la empresa proveedora asume responsabilidades administrativas y civiles. Es decir, que además de devolver el dinero, también se expone a sanciones como por ejemplo suspensiones o pérdidas del registro.
En cambio, cuando es una anulación, la empresa proveedora solo debe devolver el dinero y todo vuelve al estadio anterior a la adjudicación.
Finalmente Codas celebró que hoy día la ciudadanía pueda controlar las licitaciones, hecho que era imposible hace 20 años atrás.