Nuestro cerebro, el órgano que se encuentra en el cráneo, sobre nuestras espaldas, pecho, cuello y entre los hombros con aproximadamente 86 mil millones de neuronas, que cumple silenciosamente muchas funciones importantes en nuestro organismo. Desde que descansamos y al estar despiertos para asimilar bien lo que ocurre a nuestro alrededor y hacernos tomar decisiones correctas para movernos o comunicar algo que pensemos o sintamos. A su vez siempre está bajo amenazas de muchas cosas que si no son identificadas y tratadas a tiempo puede perjudicar cómo pensemos o actuemos en nuestro hogar, trabajo, barrio o donde nos relacionemos con otras personas.
Existen peligros cómo el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo) que es una condición de salud mental duradera que se caracteriza por la presencia de:
Obsesiones: Pensamientos, impulsos o imágenes mentales que son recurrentes, persistentes e intrusivos. Le causan mucha ansiedad y angustia a la persona, y se sienten fuera de su control (aunque la persona a menudo sabe que son exagerados o irracionales).
- Ejemplos de obsesiones: Miedo a los gérmenes o a la contaminación, miedo a causar daño a otros o a uno mismo, necesidad extrema de orden y simetría, o pensamientos sexuales o religiosos no deseados
- Compulsiones: Son comportamientos repetitivos (acciones físicas o actos mentales) que la persona se siente obligada a realizar en respuesta a una obsesión. El objetivo de la compulsión es tratar de neutralizar, reducir la ansiedad o evitar que suceda algo terrible percibido. Sin embargo, el alivio suele ser solo a corto plazo.
Atención a los cambios
Es una condición de salud mental compleja cuya causa no se reduce a un solo factor, sino que es el resultado de una interacción de diversas vulnerabilidades. Algos pérdida de Tiempo y Productividad: El tiempo dedicado a realizar rituales y compulsiones (que a menudo superan una hora al día y, en casos graves, llegan a consumir la mayor parte del día) perjuicios identificados son qué;
Pérdida de Tiempo y Productividad: El tiempo dedicado a realizar rituales y compulsiones (que a menudo superan una hora al día y, en casos graves, llegan a consumir la mayor parte del día), que resulta en:
- Bajo rendimiento laboral o académico, llevando incluso a la pérdida del empleo o el abandono de los estudios.
- Impuntualidad crónica o incapacidad para completar tareas a tiempo.
Deterioro Físico: Las compulsiones repetitivas pueden causar problemas de salud directos, como:
- Lesiones dermatológicas (dermatitis de contacto, piel agrietada) debido al lavado excesivo de manos o el uso de productos de limpieza.
- Dolor físico por la realización de rituales posturales o de comprobación (ej. dolor de espalda por revisar interruptores agachados).
Investigadores del Instituto Karolinska de Suecia identificaron en ratones un circuito nervioso cuya activación provoca esas acciones, incluso sin recompensa, lo que podría ayudar a entender el trastorno obsesivo-compulsivo y la adicción. Que si no son identificados, atendidos y tratados a tiempo puede terminar dañando su salud integral.
El equipo de científicos logró identificar un circuito del cerebro en ratones que, al ser activado, induce la repetición de acciones como cavar u olfatear, aun cuando existen recompensas naturales disponibles, como la comida o el contacto social.
Usted puede decir,” el cerebro del ratón no es el mismo que el del ser humano”, más este animal ha servido para investigar muchos medicamentos y su viabilidad en el ser humano en laboratorios desde hace tiempo.
Los investigadores han demostrado que un circuito nervioso específico puede situar el comportamiento en un “modo de repetición”, lo que lleva a los ratones a ejecutar las mismas acciones de manera reiterada, incluso en ausencia de recompensa.
El circuito en cuestión conecta el núcleo accumbens, una región vinculada al sistema de recompensa cerebral, con una zona del hipotálamo, la cual a su vez mantiene conexiones con la habénula lateral, área responsable de procesar experiencias desagradables.
Mediante el uso de la optogenética, una técnica que permite controlar células nerviosas utilizando luz, los científicos indujeron en los ratones un estado negativo que desencadenó comportamientos repetitivos, priorizándolos por encima de necesidades básicas. Que traspolando la experiencia del animal al “homo sapiens”, se puede concluir que se ha detectado el botón que activa esas molestas siglas constituye un paso importante para prever situaciones similares en los humanos.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
