La palabra “jubilación”proviene del latín jubilare, que significa “gritar de alegría”. Desafortunadamente no es el caso de todos en el mundo, que tiene a personas trabajando en cosas que no le placen o a retirados y jubilados que no “gritan de alegría” específicamente, cuando es un tiempo en el que lo deben hacer porque ya no se encuentran en el ritmo laboral en el que estaban, y es su periodo de descanso. Ahora es noticia que “en la Argentina los jubilados se encuentran cada vez más pobres” que coincide con los diez meses después de que el ultraliberal Javier Milei llegara al poder, tienen a más de la mitad de la población que padece pobreza. Algo inaudito en veinte años.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos de la República Argentina. Los resultados del primer semestre de 2024 corresponden al total de aglomerados urbanos que registraron que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza (LP) alcanzó el 42,5%; en ellos reside el 52,9% de las personas. Población argentina, entre los que se encuentra el grupo de personas que deberían estar gritando de alegría sin embargo bajo esas condiciones económicas no se hace fácil hacer dicho grito o quizá no hacerlo alegremente cómo dice la etimología de la palabra jubilación.
El jubilado cobra un bono de 70.000 pesos desde marzo, 65 euros o 406.000 Gs y con eso debe alimentarse, moverse, vivir o sobrevivir por el tiempo que tome cobrar de vuelta su jubilación. En el vecino país el 52,9% de la población es pobre. Una realidad que tocará a Milei o “el peluca” cómo lo llaman en su país cambiar o hacer frente antes que termine en las famosas movilizaciones que no son nada pequeñas o débiles sino efectivas y muy fuertes porque su población se muestra empática con el necesitado y juntos van contra el gobierno de turno hasta conseguir respuestas que les den comodidades y júbilo de existir en su país. Uno que cuenta con recursos naturales que al ser bien administrados pueden no solo servir para su exportación sino para ocuparse bien de las personas que existen allí.
Tremenda realidad
El titular que más llama la atención y se encuentra en la red dice; que “Más de cinco millones de personas caen en la pobreza desde que Milei es presidente”. El índice oficial de pobreza se dispara 11 puntos en los primeros seis meses de 2024 y roza el 53% de la población, la cifra más alta en dos décadas. Casi siete de cada diez niños son pobres. Una triste y dura realidad que toca vivir al país que brillaba tiempo atrás no por ser el “cambalache” de Santos Discepolo sino un paraíso para migrantes y su población local.
Ante esta verdad Javier Milei promete que si Argentina sigue el rumbo marcado por su gestión se convertirá en la primera potencia mundial. Algo que quizá sólo exista en la mente de los administradores de turno más no es sentido por el común argentino. Que o se manifiesta en su casa o la abandona y se une al gran número de migrantes que existió en el mundo desde siempre, por persecuciones, complicaciones sociales, políticos o económicos en los países de origen.
Según los datos difundidos por el Instituto de Estadística y Censos muestran que la situación es especialmente crítica en la infancia: el 66% de los menores de 14 años son pobres, lo que supone un total de 7,2 millones de niños. La tasa de pobreza disminuye con la edad y en los mayores de 65 años es del 29,7% pese a la importante rebaja aplicada a pensiones de Argentina cada vez peor.