Todavía con sabor a humo en la garganta y olor a humo en el cabello, una maratónica semana para los bomberos voluntarios finaliza con gran esperanza, por el momento, el clima nos ha dado un respiro, pero la crisis del fuego no ha acabado. En los últimos 10 días, unos 35.000 focos de incendios atestaron el territorio nacional, personas murieron, se incendió un camión de bomberos, enormes daños a la biodiversidad y a fincas productivas, años de trabajo y puestos de trabajos vueltos cenizas.
¿Dónde estuvo la voz de mando del Presidente?¿Qué acciones encaró buscando dar respaldo a las personas en una situación de emergencia nacional?
Pareciera ser que nuestro Presidente tomó un consejo prestado de las redes sociales de Diego Zavala sobre los cambios de uso de suelo: “Si no nos gusta, debemos buscar otro planeta” y se adelantó a la carrera espacial de Estados Unidos y Rusia, porque pareciera ser que no sintió el humo en el ambiente al abrir su ventana, o no le picaron los ojos al caminar por las calles.
¿Por qué hablamos de esperanza, entonces? Porque nuevamente, de entre el humo y las cenizas, aparecieron cientos de miles de compatriotas a dar una mano a los voluntarios que trabajaron incansablemente para salvar vidas, naturaleza y bienes. Cuando sabemos que no podemos esperar nada (bueno) del Gobierno, solamente nos queda esperar que lo más valioso que tenemos se levante: nuestra gente.
La Encuesta Permanente de Hogares señala que 1 de cada 2 hogares en Paraguay quema su basura. Claramente, debemos mejorar el servicio de recolección y disposición de residuos, aunque también espero que podamos crear una cultura de conciencia sobre la no quema de residuos, para evitar varias situaciones de emergencia como las que hemos vivido en los últimos días. Depende de nosotros. Por último: Gracias de corazón a todas las personas que se acercaron a colaborar de alguna manera con los Cuerpos de Bomberos Voluntarios, su apoyo es nuestra fuerza.
