A pesar de su corta edad “Rosita”, como se la conoce dentro del deporte, es una de las más experimentadas. Con nueve años de trayectoria, sigue siendo una de las pocas judocas en conseguir logros internacionales y potenciando su carrera.
No son muchas las mujeres en el país que deciden incursionar en una disciplina que implica fuerza, combate y mucho sacrificio como lo requiere el judo.
Sin embargo, esta joven de 19 años no lo vio así, tras apreciar por primera vez como un grupo de atletas se desempeñaba en esta disciplina, quedó cautivada. Tres días después ya se encontraba entrenando con ellos.
“Mi mamá tenía una cantina en un colegio y los del turno noche estaban armando el Tatami -colchonetas para soportar caídas- me fui a mirar cómo entrenaban, daban giros y realizaban algo de combate. Después le consulté a una profesora que necesitaba para poder entrenar, me facilitó unas hojas y tres días después ya estaba practicando”, recordó sobre sus inicios.
Mencionó que al primer año de haber incursionado en el deporte, se trasladó de Villa Hayes a Asunción para una competencia, resultando campeona del evento. Hecho que le valió el elogio del presidente de la Federación Paraguaya de Judo. Posteriormente fue invitada a entrenar en la Secretaría Nacional de Deportes.
“Practico hace nueve años y puedo decirte que el judo implica mucha perseverancia, es un deporte fuerte, le tenes que dedicar tiempo”, destacó.
ENTRENAMIENTO
Con un estricto entrenamiento, Rosita se juega al todo o nada para potenciar su carrera, de mañana se enfoca en lo táctico, de tarde en los trabajos de gimnasio y para cerrar su preparación, en la noche se concentra en el combate.
En cuanto a los torneos programados para este año, refirió que algunos reinan la incertidumbre. En su calendario tiene fijado enfrentamientos fuera del país, pero todavía no se resolvió si podrá participar, ya que está a cargo del Comité Olímpico Paraguayo y de la Secretaría Nacional de Deportes poder cubrir los viajes.
Sobre sus competencias emblemáticas. La judoca recordó la disputada en el 2018, en los Juegos Bolivarianos, donde con 16 años enfrentó a contrincantes de mayor edad y vasta experiencia.
“Esa competencia fue la que más me costó porque era muy joven y todas los atletas estaban súper preparadas, tenían años en el deporte. Llegué a ganar una batalla y en la segunda quedé eliminada”, rememoró.
POCAS JUDOKAS
Britez señaló que son menos de cinco las mujeres que realizan este deporte de forma profesional, consideró que uno de los obstáculos es la falta de apoyo y el sacrificio que demanda.
Finalmente, sobre sus desafíos, apuntó que se centrará en obtener más logros en algún certamen, tal como lo hizo a los 12 años, cuando conquistó la medalla de bronce en los Juegos Sudamericanos Escolares que se disputaron en Aracajú, Brasil y en el 2015 sumó otra medalla en unos juegos realizados en Medellín Colombia.