Este adjetivo es usado y considerado hasta una llamada de atención hacia las personas que basan su actitud en lo que escribió Nicolás Maquiavelo en su obra “El príncipe” en el año 1532 y que según estudiosos ha servido para diseñar manera de pensar de políticos, amañadores, sinvergüenzas. u otras personas que tengan en su mente alcanzar sus objetivos siguiendo reglas particulares con el solo fin de satisfacer sus necesidades.
Ell escritor veneciano en “El príncipe” expone sin rodeos “en qué consiste la soberanía, cuántos tipos hay, cómo se la adquiere, cómo se la pierde”. Este trabajo de Maquiavelo le valió una reputación sulfurosa, interpretaciones contradictorias, y convirtió a su obra en “el libro de pensamiento político más leído y comentado” en los últimos cinco siglos.
UN TEXTO DE ESTUDIO OBLIGADO
En su tiempo era quizá necesitado y comprendido por ambos -mandantes y mandatarios- pero para el bien del primero. “El príncipe” fue un libro puesto en la lista de libros prohibidos . El texto había sido proscripto por la Corte de Roma y por la Iglesia Católica, se encontraba en el Index Librorum Prohibitorum, no obstante, desde que se encontraba como manuscrito causaba polémica, por la cruda representación del funcionamiento político. Esta obra constituye un importante aporte a la concepción moderna de la política. En este sentido, es una obra contradice la tradición filosófica del pensamiento político antiguo en la cual la práctica política se encuentra ensombrecida por la idealización de gobiernos y ciudades utópicas.
Uno piensa cómo un trabajo del siglo XIV puede ser tan actual. En 1576 se forjó su mala reputación al inventar el término “maquiavelismo”, que tuvo enorme difusión. “El príncipe” constituye un importante aporte a la concepción moderna de la política siendo un valioso texto de estudio en la escuela de ciencias políticas aunque la mirada suele ser bastante parcial y sesgada. Este trabajo de 26 capítulos y 256 páginas es un desafío mental para los no habituados a la lectura y constituye un recurso para conocer las habilidades maquiavélicas de nuestros políticos acostumbrados a sobrevivir en un ambiente de traiciones, mentiras y deslealtades.
La actualidad del texto de Maquiavelo es que habla de la condición humana y del quehacer político en todo tiempo y ahí le deviene el concepto de ser un clásico que merece ser leído y aprehendido.