Uruguay había sido protagonista de noticias positivas incluso antes de su primera presentación en Japón. A una semana del partido inaugural, World Rugby anunció que Diego Ormaechea, ex capitán y actual entrenador de Los Teros y jugador más importante del rugby de aquel país, ingresa desde este año al Salón de la Fama.
Con esto como impulso, Uruguay inició su cuarta participación mundialista logrando, posiblemente, el triunfo más valioso de su historia, tanto por el rival como por la forma.
El conjunto rioplatense, que acude por primera vez a la cita mundial sin pasar por el repechaje, había derrotado anteriormente a equipos como España y Georgia. La victoria ante FIji superaron estos resultados, imponiéndose ante el elenco oceánico por 30 a 27.
La victoria celeste se celebró en campamento argentino por varias razones. El entrenador, Esteban Meneses, en su carrera como jugador fue ala del equipo de La Plata que logró el título en 1995, último campeonato de Buenos Aires organizado por la Unión Argentina de Rugby (UAR) antes de que el deporte se independizara.
“No tenía duda alguna. Venimos preparando este partido desde que nos clasificamos con Canadá. No sabíamos la zona, ni quién sería nuestro primer rival, pero en el último año y medio preparamos este partido”, apuntó Meneses.
“Me gustaron la defensa y la disciplina táctica. Supimos jugar al rugby. Desde nuestro campo planificamos jugar más con el pie y me gustó mucho lo que hizo el equipo entero”, aseguró el entrenador.