El fin de semana pasado se dio a conocer el caso de una niña de 11 años que fue abusada sexualmente de forma sistemática, presuntamente por su padrastro, quien la embarazó y posteriormente la obligó a abortar en una vivienda.
La fiscalía intervino en el asunto el domingo, allanando el sitio en el cual presuntamente dos mujeres la sometieron al aborto. Allí pasó tres días, donde la alimentaron a base de arroz hervido y le negaron el consumo del agua. En el lugar también encontraron elementos de hechicería.
Las mencionadas ya se encuentran imputadas, sin embargo, el padrastro aún está prófugo. La denuncia la realizó la abuela de la menor por desaparición, cuando la niña regresó fue tomado su testimonio. La menor habría sufrido de estos abusos desde los nueve años. El presunto culpable controlaba el ciclo menstrual de la misma y cuando se percató de la falta de periodicidad, le dijo que estaba embarazada y que debía abortar.
Las mujeres habrían liberado a la niña en un cementerio y le dijeron que fuera a su casa. La madre de la niña sufre una discapacidad visual y un tumor en la cabeza, e igualmente, habría dado a luz hace aproximadamente 10 a 15 días a un hijo del padrastro.
Respecto al caso, la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, afirmó que el problema que están viendo es la concepción que tienen los padres sobre sus hijos. “Evidentemente no los ven como seres humanos sujetos de derechos, los ven como objetos de su propiedad que pueden hacer con ellos lo que se les antoja. Eso es algo terrible, porque estas actitudes criminales solo denotan eso”, aseveró.
Explicó que, si uno ve al otro, aunque sea como un ser humano semejante, no tendría sometido a niños a estas situaciones de violencia y de exposición total hacia la vida. “Es un desprecio hacia la vida del ser humano, y cuando un niño es sometido por su propio entorno a estas situaciones no tiene prácticamente como escapar de eso”, expuso.
Aseguró que por ese motivo el Ministerio insiste con la premisa de que el niño es un ser humano y que es sujeto de derechos como: ser oído, participar, reclamar, ser atendido. “Es la única forma en que pueda ver lo que le está sucediendo en su entorno, ese espacio en el cual, según la ley, debe ser su espacio de mayor protección”, expresó.
Sobre el crimen, manifestó que fue atroz y una verdadera acción criminal por parte del padrastro y las otras dos mujeres que sometieron a la niña a esta situación.
“Hay que empezar desde la primera infancia a incorporar la idea de que son sujetos de derechos porque si ellos se ven así mismos de esa forma, también lo van a ver los otros y crecer con ese respeto hacia los demás”, sentenció.
“Es impensable cómo hay tantos hombres que abusan de las niñas que están bajo su protección: papás, padrastros, tíos, hermanos, abuelos. Siempre el adulto hombre que está en el entorno de estas niñas tan vulnerables es el que abusa de ellas y eso es algo que como sociedad no nos podemos permitir, debemos combatir desde todos los espacios que podamos”, contó.
“Si bien vemos una reacción social más comprometida porque se denuncian los hechos, tenemos que poner mucho más énfasis, fuerza en desnudar y sacarles las caretas a estas personas que están abusando de los niños en su propia casa”, concluyó la ministra.
