Un equipo científico ha publicado la primera evidencia de que los monos rhesus poseen una capacidad similar a la de los humanos para percibir sus latidos y por tanto un sentido interoceptivo, cualidad para captar el estado interno del propio cuerpo, advirtiendo si se acelera el corazón o la respiración.
Los resultados del estudio se publican en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) y, según los autores, proporcionan un modelo importante para futuras investigaciones psiquiátricas y neuropsiquiátricas, ya que las disfunciones en la interocepción están asociadas a la ansiedad, la depresión y la enfermedad de Alzheimer.
El equipo monitorizó a cuatro monos rhesus en un experimento que aprovechó el hecho de que estos animales, como los bebés humanos, miran durante más tiempo las cosas que les resultan sorprendentes o inesperadas.
Los investigadores examinaron la respuesta de los macacos a distintos estímulos y constataron que los cuatro dedicaron más tiempo a mirar aquellos presentados fuera de ritmo en relación a sus latidos del corazón, en comparación con los estímulos en ritmo con sus latidos. Esto sugiere, aseguran, que percibieron que los estímulos fuera de ritmo eran sorprendentes basándose en la cadencia esperada de sus latidos.