La pandemia de la Covid-19 puso al mundo entero al revés y desde el pasado mes de marzo ha tenido un significativo impacto en los deportistas a varios niveles, de su salud mental a la incertidumbre por su situación económica: el 71% de los atletas encuestados a nivel mundial mostraron preocupación por recibir compensación económica por su actividad durante las restricciones derivadas de la situación. Es una de las principales conclusiones de un estudio de Strava y la Universidad de Stanford entre 131 deportistas profesionales que residen en Estados Unidos. Un 39% son ciclistas, un 44% corredores y un 11% triatletas.
En datos, el 20% de los encuestados encontró dificultades para ejercitarse debido a la salud mental, la motivación y la pandemia. Los atletas que se sentían deprimidos más de la mitad de los días de la semana pasó de un 4% a un 22,5% entre antes y después de las restricciones, mientras que los que aseguraron haber experimentado ansiedad o nerviosismo crecieron de casi un 5 a un 28%.
En Paraguay esa incertidumbre también existió, es por ello que el presidente del Comité Olímpico Paraguayo destacó la labor de los deportistas, así como su persistencia.
«El año 2020 fue un año bastante difícil, tuvimos que acostumbrarnos a vivir cosas que jamás pensamos, nuestros deportistas sufrieron mucho, entrenando en condiciones poco favorables nuestros entrenadores tuvieron que aprender a hacerlo a distancia y nuestros dirigentes también. Todos pasamos por situaciones complicadas pero esperamos que el 2021 sea un año lleno de salud lleno de progreso para poder seguir adelante y usando al deporte para ser un mundo mejor», indicó Camilo Pérez López Moreira, presidente del COP.
Cambios en los entrenamientos
¿Y cómo combatieron los deportistas el desasosiego pandémico? Curiosamente, haciendo aún más deporte, algo que va en la línea de otro estudio de RunRepeat en 139 países del mundo que afirmaba que el ejercicio físico se incrementó un 88% durante el confinamiento. el 31% de los encuestados afirmaba haber aumentado la duración de sus sesiones de entrenamiento durante ese tiempo, y el 17% la intensidad.
Y eso que la forma de entrenar cambió para prevenir el contagio y los atletas que al menos una vez por semana corrían o pedaleaba acompañados de alguien pasaron del 91 al 69% y los que de vez en cuando se unían en un grupo de entrenamiento también cayeron del 40 a casi el 12%. La propia realidad del virus también afecta a las salidas, ya que el 8% de ellos se saltaron algún entrenamiento por tener síntomas de la enfermedad que sufrieron el 12%, independientemente de si se confirmaron en un positivo o no.
Muchos optimizaron el tiempo
Si hay algo que tienen claro los deportistas de alto rendimiento es cómo optimizar el tiempo. Acostumbrados a largas (y duras) jornadas de trabajo físico, la pandemia los “obligó” a poner en pausa una vida que transcurría entre viajes, competencias y entrenamientos; a modificar rutinas, y a redireccionar objetivos.
Muchos de ellos encontraron en el estudio un modo de enfocar la energía en la concreción de nuevas metas. La mayoría utilizó ese “tiempo libre” que dejó la inactividad deportiva para adelantar materias en sus respectivas carreras universitarias e incluso algunos aprovecharon para recibirse y “sacarse” un tema de encima.