El estudio, en el que participó la Academia China de Ciencias Sociales, halló que solo el 7,97 % de la población china duerme más de ocho horas al día.
En comparación con datos obtenidos en 2012, los habitantes del país asiático concilian el sueño más de dos horas más tarde que hace diez años y se despiertan 37 minutos más tarde, lo que arroja una pérdida de casi una hora y media de sueño cada día.
Entre los factores que afectan a la duración del sueño, el estudio halló que los participantes posponen la hora de dormir por usar el teléfono móvil y por trabajar horas extra, costumbres que también puede provocar trastornos del sueño como el insomnio.
Más de la mitad (54 %) de los encuestados aseguró usar el teléfono móvil “siempre” antes de dormir y solo el 7,98 % de los encuestados declaró no hacerlo “casi nunca”.
Asimismo, los investigadores analizaron el efecto de la política de “doble reducción” lanzada el pasado julio por el Ejecutivo chino, la cual se refiere a la rebaja de las tareas a las que tiene enfrentarse el alumno chino tanto en su escolarización obligatoria como en las actividades extraescolares.
El 61,5 % de los padres de alumnos de primaria y secundaria afirmaron que sus hijos se acuestan más temprano desde la implementación de dicha directriz.
Sin embargo, el 38 % de los padres de alumnos de primaria y el 50 % de los padres de estudiantes de secundaria aseveraron que el tiempo de sueño de sus hijos todavía no alcanza las ocho horas.
El estudio se basó en unas 6.000 encuestas a personas con una edad comprendida entre los 18 y 71 años.
Aunque este fenómeno se ha dado en China, el exceso de trabajo es una situación global. La Encuesta Global del Sueño de Phillips de 2019, que recoge la BBC, revela que el 62% de los adultos tienen la sensación de no dormir lo suficiente: apenas suman 6,8 horas diarias entre semana, menos de la cantidad recomendada de ocho horas por la OMS.