Por Benjamín Fernández Bogado
La justicia brasileña está absolutamente convencida de la responsabilidad de Horacio Cartes y de varios de sus amigos en el caso “Lava Jato”. Ahora ha solicitado que tenga que declarar una serie de preguntas que le hace la Unidad Investigadora Brasileña de Río de Janeiro en torno a su relación con el hermano del alma detenido en Brasil, Dario Messer, y la conexión con el lavado de dinero y el crimen trasnacional. Tiene diez días, una vez que se le informe.
La fiscalía, que se presume absolutamente sirvienta del expresidente Cartes, buscará dilatar la cuestión. Algunos todavía desde el lado de lo jurídico en la defensa del expresidente de la República, afirma que en definitiva el soborno no es un problema en el país porque no está tipificado como tal a nivel privado y “no es un delito” dar US$ 500.000 a un delincuente para que se proteja y se defienda ante la justicia de su país.
El Paraguay corre el riesgo de aislarse internacionalmente si esta tesis logra instalarse entre nosotros. Si nuestras leyes y nuestras costumbres no tienen nada que se parezcan a otra Nación, pues entonces tendríamos que cerrar las fronteras y eso incluye que el contrabando del Paraguay hacia el Brasil también queda afectado.