El Cabildo desarrolló su tradicional premiación denominada “Maestros del Arte”. La misma tuvo lugar en la sala de sesiones del Congreso Nacional en la mañana del jueves y fue presidida por Blas Llano, titular del Senado.
Los galardonados en esta edición fueron: Jesús Ruíz Nestosa en artes visuales, Graciela Meza en danza, Amanda Pedrozo en literatura, Lizza Bogado en música y Ana María Imizcoz en teatro.
También estuvo presente Margarita Morselli, directora del Cabildo. Cabe recordar que debido a las medidas sanitarias, no se permitió ingresar al público.
“Este es un homenaje especial a una comunidad que en las más difíciles siempre supo sobreponerse para dar el bálsamo y coraje que representa la creación artística”, señaló Llano, momentos antes de la entrega de distintivos.
Lizza Bogado, fue una de las agasajadas. La artista que fue autora e intérprete de “Un solo canto”, himno del bicentenario de nuestro país, se mostró muy contenta por el homenaje.
Bogado se mostró crítica con la actuación política durante su discurso. La misma empezó diciendo que ser artista en el Paraguay es una forma de penitencia cotidiana. Ya que hay que sobreponerse y crear en un país yermo (muy empobrecido) por una política egoísta y despreciativa.
“Ser maestra es levantar un faro en medio de la obscuridad de la ignorancia. Ser paraguaya es levantarse ante la indiferencia, el desorden, la suciedad y la pandemia. El arte es la urgencia del bien y ser maestra es convertirse en su difusora”, expresó en parte de su discurso.
La artista, acto seguido, rememoró un momento de la historia artística nacional cuando en 1959 el gran dibujante Andrés Guevara le escribió una carta a Josefina Plá para que emigre a buenos aires diciéndole: «el Paraguay es una tapera (lugar abandonado) del arte, cuna de indiferentes y cueva de ladrones». Ella le contestó que no iría, porque alguien tenía que quedarse aquí.
“Hoy el arte nos convoca sobre una pandemia que agudizó nuestros males y que intenta callarnos la expresión con tapabocas. Ser artista es una responsabilidad enorme en donde la desesperanza es la coartada para el mal. Debemos volver a colocar lo artístico como expresión de lo mejor del ser humano que nos devuelva el orgullo de ser paraguayos. Y la docencia que nos haga retornar al valor de enseñar a quienes desea abandonar la oscuridad. Ser maestra del arte es una gran responsabilidad para dejar la tapera, la indiferencia y despreciar a los ladrones”, expresó finalmente.
Lizza Bogado durante la interpretación de «Un solo canto».
