Lagos, 5 oct (EFE)
Las autoridades de Nigeria confirmaron este miércoles la puesta en libertad de los 23 pasajeros que aún permanecían secuestrados tras la captura de un tren el pasado mes de marzo por hombres armados y responsabilizaron al grupo yihadista Boko Haram de los hechos.
El equipo negociador designado por el Gobierno nigeriano «logró la liberación y asumió la custodia de los 23 pasajeros restantes retenidos como rehenes por terroristas de Boko Haram», aseguró este miércoles el Ejército nigeriano en un comunicado recogido por medios locales.
«El apoyo inquebrantable del presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Nigeria, Muhammadu Buhari, es lo que lo hizo posible», según el texto, que no especifica si se pagó un rescate por la liberación de los secuestrados.
El ataque ocurrió el pasado 28 de marzo pasado contra un ferrocarril que había salido de Abuya, la capital de Nigeria, y se dirigía a la ciudad de Kaduna (capital del estado central homónimo), con unos 360 pasajeros.
Inicialmente, la estatal Corporación de Ferrocarriles de Nigeria (NCR) confirmó que se desconocía el paradero de 168 pasajeros y se produjo la muerte de otros ocho.
Durante los últimos meses, las pasajeros fueron consiguiendo la libertad de manera progresiva gracias a la negociación con los atacantes.
Los estados del centro y noroeste del Nigeria sufren ataques incesantes por parte de «bandidos» -término usado en el país para nombrar a las bandas criminales que cometen este tipo de asaltos- y secuestros masivos para lograr lucrativos rescates.
La violencia continúa a pesar de las reiteradas promesas de Buhari de acabar con el problema y del despliegue de fuerzas de seguridad adicionales en la zona.
A esta inseguridad se suma la ocasionada desde 2009 por la actividad de Boko Haram en el noreste y, desde 2016, de su escisión, el Estado Islámico en la Provincia de África Occidental (ISWAP, por sus siglas inglés).
Ambos grupos han matado a más de 35.000 personas y han causado unos 2,7 millones de desplazados internos, sobre todo en Nigeria, pero también en países vecinos como Camerún, Chad y Níger, según datos gubernamentales y de las Naciones Unidas. EFE