Salud, educación, seguridad, en eso debe concentrarse el Gobierno
Hay que reformar el Estado para remodelar el gasto público cortando la grasa sobrante y redireccionando recursos hacia sectores prioritarios. Pero los políticos nos responden con su mascarada anticipada de candidatos para las elecciones de 2023.
Hace falta revisar a fondo no sólo el aparato de la enseñanza pública en todos sus niveles, arruinado por dos años de ruinosa inactividad, sino también los propios programas para ponerlos a tono con la nueva demanda de un mundo impactado por lo digital. Pero la política de baja estofa y sus protagonistas siguen insistiendo en que primero tenemos que saber si serán Juan, Pedro, Fulano o Perengano los que irán a comicios en el 2023.
Quedó claro que el sistema de salud pública ha sido rebasado en su diseño prepandemia y que hay tramos que debieron ser rehechos a los apurones para enfrentar la peor plaga de la historia del Paraguay, remiendos que deben ser formalizados para emprender otras reformas imprescindibles. Pero nada, la política canalla nos enturbia la atmósfera con sus lamentables reñideros para ver quien es el gallo más guapo y con mejor habilidad para tirar ganchos de abordaje al poder dentro de dos años.
El avance de la narcopolítica, con el copamiento de áreas rurales por parte del bandidaje más despiadado de que se tenga memoria, ha probado que instituciones como los ministerios del Interior y de Defensa han sido rebasados en sus posibilidades de combatir con eficiencia todos los delitos conexos con el narcotráfico y el terrorismo institucionalmente infiltrado. Este, sin embargo, no es tema para los cenáculos de la política que nos bombardea 24 horas con la exposición precoz de personajes que más bien lucen como una colección de buscados por la justicia que precandidatos a cargos electivos.
Poca seriedad, puro humo.
Tenemos que respirar este aire enviciado en lugar de concentrar recursos en las causas verdaderamente prioritarias. Todavía no sabemos qué vamos a negociar en Itaipú con los brasileños pero ya nos tiran con nombres para Presidente de la República.
Todo al revés.
La ciudadanía no debe dejarse arrastrar a esa cloaca infecta de las campañas electorales que de todas maneras se va a colmar de una forma u otra.
Exijamos a quienes hoy tienen la responsabilidad de gobernar concentrarse en lo verdaderamente importante.
La prioridad la tiene el ciudadano, no los filibusteros con hacha de abordaje.