Las fiestas de fin de año son eventos en los cuales no solo se realiza introspección por el término de un año, sino que también se vislumbra una mayor mezcla de emociones por los diversos simbolismos que traen consigo las festividades; en ese sentido, ¿cuál es el impacto que se encuentra para la estabilidad de la salud mental?
Entre una innegable alegría por el término de un año más y la espera de nuevos proyectos a ser realizados, con diversas sensaciones a ser experimentadas, las fiestas de fin de año se ven ligadas a una connotación de felicidad y realización personal.
Pese a ese aspecto positivista, la compulsividad encontrada durante las compras navideñas y una pequeña sensación de ansiedad y ligero estrés también se hacen presentes para caracterizar la realización de las fiestas y lo que las mismas traen consigo.
Para la licenciada en psicología clínica, Anabeth Wentzensen, las fiestas tienen impactos diferentes en cada una de las personas, dependiendo de las circunstancias por las cuales están pasando, por eso en algunos pueden desencadenar cuadros de ansiedad, estrés e incluso depresión.
“Estas fechas tienden a colaborar a que las personas recuerden a sus seres queridos que ya no están, se intensifica el dolor por separaciones e incluso aumentan los pensamientos reflexivos, rememorando así situaciones negativas, cosas no logradas o fracasos experimentados durante el año”, citó la especialista.
Así también, la misma resaltó que se intensifican los síntomas de cuadros donde ya existen trastornos del ánimo. Como un posible causal, Wentzensen indicó que esto se debe a la soledad, el sentimiento de no pertenencia y las frustraciones de diversas índoles.
Psicóloga Anabeth Wentzensen
ANSIEDAD Y ESTRÉS
“Ponerse inquietos en estas fechas se debe la mayoría de las veces a una cuestión comercial y cultural. Por un lado, desde el marketing recibimos constantemente influencias y, por otra parte, desde niños nos habitúan a participar socialmente de estos eventos”, resaltó la licenciada.
Al respecto, la psicóloga creyó conveniente recalcar la diferencia entre la ansiedad y el estrés normal y los que se consideran patológicos, pues el normal produce reacciones de desafíos ante las situaciones, hace que la persona se encuentre alerta, acelerada y activa ante acontecimientos que demandan mucha energía.
Por su parte, el patológico se asocia con el miedo, la amenaza a situaciones poco preocupantes e impide que la persona pueda dormir bien, ocasionando pensamientos catastróficos, preocupaciones exageradas, nervios, tensión muscular y síntomas como palpitaciones, sudoración y temblores.
Wentzensen manifestó que todo esto puede ocurrir a causa del cansancio mental, como también por el abuso del alcohol y la cantidad de pensamientos negativos que gatillan al cierre de año. “Por eso no es raro que en esta época aumenten los niveles de suicidio, un dato muy importante a fin de realizar programas de prevención”, determinó.
Del mismo modo, la profesional subrayó que las fiestas de fin de año cuentan con simbolismos particulares como los religiosos y sociales que hacen percibir el entorno de manera diferente y por eso el comportamiento posee características particulares durante estas fechas.
“Para muchas personas es un tiempo de reflexión profunda acerca de los aspectos positivos y negativos, también se relaciona con la renovación: otra oportunidad para ser diferente, dejar viejas costumbres y acercarnos a una mejor versión de lo que aspiramos ser”, mencionó, destacando que ante cualquier síntoma disfuncional, se debe recurrir a un apoyo psicológico para tener alivio y continuar.
Por otra parte, la licenciada hizo hincapié en las compras compulsivas, otro factor resaltante durante las festividades, afirmando que se encuentran relacionadas a factores emocionales, pues se desarrollan por sentir vacíos o carencias intensificadas en esta época del año.
“Normalmente la persona se descontrola para luego sentirse culpable, arrepentirse o bien sentirse preocupada por la situación financiera futura. Algunas recomendaciones al realizar compras son: preguntarse si realmente son necesarias, organizar el dinero en base a un presupuesto, llevar solo el presupuesto destinado para la compra y no salir a comprar en un estado deprimido, ansioso o irritable.
Cómo sobrellevar de manera sana las fiestas:
(De acuerdo a la psicóloga Wentzensen)
1- Seguir las recomendaciones mencionadas al realizar compras.
2- Planificar los días, a fin de cumplir con el trabajo, pero también participar de las reuniones.
3- Priorizar las responsabilidades más urgentes de las que no lo son.
4- Evitar los excesos: comida, alcohol etc.
5- Identificar familiares o amigos que pueden estar cursando una tristeza en estos momentos, no dejarles solos, invitarlos a participar de la cena y hacerles sentir que su presencia importa.
