Comentario 3×3
Por Benjamín Fernández Bogado
Continúan las renuncias en la administración de Abdo, sometida a una fuerte presión ciudadana, que está de muy mal humor porque hace casi 2 meses que no trabaja ni tiene ingresos. En otras sociedades ya llega la situación de bancarrota en la que podrían estar miles de paraguayos en estos momentos, y cuando uno ve la manera en que viven nuestros administradores y cómo compran y gastan los escasos recursos en algunos bienes que tienen que ver con las cuestiones sanitarias, es lógico que le entre tremenda rabia a la población en su conjunto.
Así como renunció el titular de la Dinac, ayer renunció la titular de Petropar, y deberían continuar con muchos más si se tuviera la capacidad de hacer la investigación entre lo que compró y lo que valió y lo que realmente debiera pagarse, vamos a encontrar que muy pocos podrían salvarse en circunstancias como esta.
Hay una tradición de corrupción en Paraguay que está asociada a la idea de impunidad. En este país el que roba tiene solo 1% de posibilidad de ser condenado, 99% de ser salvado por algún tipo de circunstancia, mientras esa ecuación continúe, el estímulo para el corrupto será siempre demasiado alto, y la impotencia de la gente, igual.
