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La palabra amenazada

Ser periodista, buscar la verdad, escarbar la basura o denunciar hechos de corrupción son tareas propias de este oficio siempre bajo riesgo en nuestros países pero no en Europa, al menos no hasta ahora.

El oficio que se dedica a recoger y transmitir noticias en intervalos regulares de tiempo o periodismo en Europa se encuentra con miedo a los ataque físicos y en línea que sufre por lo que se ven ahora forzados a instar a la Unión Europea a proteger a los periodistas a medida que aumenta el número de ataques. Se registró que 908 trabajadores de los medios fueron atacados en 23 estados de la UE el año pasado. Es un hecho que llama la atención y mas viniendo del vejo continente.

La realidad es seria por lo acontecido en ese continente que tiene también de largo tiempo de libertad de prensa y producción de información también registra un total de 23 periodistas que han sido asesinados en la Unión Europea desde 1992, la mayoría en los últimos seis años. Estas cifras son menores que las que ocurren en América Latina pero igualmente preocupantes.

El hacer o trabajar en comunicación exige compromiso, seguridad y seriedad de acuerdo al tema a ser abordado y no para exposiciones circenses que lo único que logran es destruir el medio de comunicación y el mensaje puesto en común. El llamado “sicariato periodístico” es un grave problema en los tiempos de fake news. Los periodistas son personas que merecen respeto y certidumbre de que nuestro trabajo tendrá publicación y tránsito libre entre los interesados en saber o conocer algo en particular así como asumir responsabilidades cuando no se hace lo que se debe.

“Ningún periodista debería morir o resultar herido por su trabajo. Debemos apoyar y proteger a los periodistas, son esenciales para la democracia” dijo Vera Jourova, vicepresidenta de valores y transparencia en la Comisión de la UE.

Cuidar a los intermediadores
El poner en común un mensaje o comunicación está ligado al sistema del poder de todos o democracia por la razón que la información publicada debe ser utilizada por el ciudadano para a su vez tenga más poder y pueda hacer los cambios informadamente.

La violencia no se limita a existir en el mundo real, ahora también en el virtual con la aparición de los haters u odiadores que por el título de su nombre concluimos que no transmiten nada constructivo sino destruyen con agravios e insultos o como lo dice el profesor Orihuela de la Universidad de Navarra “hay muchos con problemas mentales en twitter”

Vemos a muchos resentidos sociales u odiadores que ven que la única forma de responder al trabajo de un comunicador es sacándole lo más preciado que es la vida. La palabra se encuentra amenazada aquí y en Europa y los lectores, oyentes o televidentes deben proteger a sus buenos periodistas para no terminar lamentándose de no poseer información que les permita tomar decisiones correctas. deben asegurar cualquier trabajo en especial aquellos que implican la exposición de la identidad que necesitamos para existir sin riesgo.

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