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“La monstruosa soledad viene por mí de nuevo”

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Estás solo, con tus pensamientos, repitiendo todas las cosas que hiciste en el día y los errores que cometiste. Resulta tan poco constructivo para tu mente, pero de igual forma no podés evitarlo cuando estás únicamente con tu compañía a la noche.

Por eso odias la soledad: te da demasiada posibilidad de darle vuelta a miles de ideas y no podés hacer otra cosa más que pensar, ya sea de manera positiva o negativa.

Hay personas que adoran la soledad porque implica un encuentro con ellos mismos, pero otros sienten que únicamente les genera un espacio interminable para analizar todo lo que no les gusta de sí mismos.

Simplemente, algunos creen ser su propio enemigo y, por ello, al final del día detestan la idea de tener que enfrentarse a su reflejo, ya que este proyecta todo lo que odian.

LA SOLEDAD, ¿POSITIVA O NEGATIVA?
“La soledad es la circunstancia de estar solo/a. En sí, es objetivo. No es ni bueno ni malo, es una situación que nos tocó o nos tocará vivir en algún momento de la vida porque es inevitable”, manifestó Constanza Báez, licenciada en Psicología Clínica.

En este sentido, la profesional explicó que la creencia atada al significado de la soledad es lo que genera la connotación negativa o positiva. Podés estar solo y pensar “que gusto ser independiente” o también creer “nadie me quiere”.

“Las creencias negativas acerca de la soledad hacen que una persona tenga mayor dificultad con aceptarla porque solo buscan huir de ella, y con ello puede nacer un círculo vicioso donde, en vez de eliminarla, terminamos alimentando a aquella creencia negativa”, afirmó la especialista.

Así, podemos estar tan enfocados en no estar solos que, de acuerdo a Báez, podemos adoptar conductas intensas a la hora de socializar en todo momento, lo que nos lleva a pensar que si no contamos con la disponibilidad de un amigo, es porque no nos quiere en verdad.

ACTITUDES ENFERMIZAS
Al tratar de huir constantemente de la soledad, buscás el mínimo contacto físico con cualquiera que te lo pueda brindar, ya que no dimensionás estar solamente contigo en todo momento.

Ante estas actitudes, la licenciada argumentó que se trata de “pequeñas dosis de droga” que te brindan un shock de bienestar temporal.

“Este patrón de conducta puede ser sumamente dañino para la persona porque solo le importa sentirse querida. No piensa en que dar todo por sentirse querida puede ir en contra de sus propios valores y lo que quiere para su vida”, planteó la profesional.

Aunque pueda tratarse de algo casi imposible o resulte muy difícil para vos, aceptar poco a poco la soledad no te hará ningún daño, ya que no se trata de un estado terminal para tu vida. La soledad puede ser tu mejor amiga, aunque no lo creas.

Una vez que veas a la soledad como una parte más de tu vida y no como un monstruo que te arrebata toda la felicidad, verás cómo las cosas se acomodan de a poco y se hacen más fáciles de digerir cuando te tenés a vos mismo/a.

¿CÓMO ACEPTAR LA SOLEDAD?
Según la psicóloga Constanza Báez:
– Planificá los días donde sueles sentir mayor soledad para hacer cosas que te gustan, podés empezar a recobrar posesión de esa circunstancia.

– Usá tus espacios con intención específica para hacer algo que te llene, eso podría ayudar a darle un nuevo significado positivo a tu soledad.

– Hacé acciones caritativas como ir a un hogar de ancianos, refugio de niños o un centro de rescate animal, todo esto puede ayudar a que no solo dejes de sentirte solo, sino que te sientas sumamente necesitado e importante para ayudar, aliviar la soledad y el dolor de otros.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.