El caso de Robert Lewandowski y su posible marcha al Barcelona un año antes de cumplir su contrato ha pasado al terreno de la guerra sucia entre el agente del jugador, Pini Zahavi, y el Bayern Múnich.
Primero el director deportivo del Bayern, Hasan Salihamidzic, atacó a Zahavi en el programa de televisión Doppelpass, en el que dijo que Lewandowski “tiene un agente que le enreda la cabeza y se la ha enredado a lo largo de todo el año”.
Luego Zahavi respondió con una amenaza velada al Bayern al decir, vía diario “Bild”, que “naturalmente el Bayern puede mantener a Robert un año, tiene un contrato hasta 2023. Pero”, añadió, “no se lo recomendaría”.
“El Bayern para Robert es historia”, remató.
Zahavi sostiene que Lewandowski siente desde hace meses que no es plenamente respetado por el Bayern, que ha perdido, dijo, “no solo al jugador Lewandowski sino al ser humano Robert”. Una de las razones es el presunto intento del Bayern de fichar a Erling Haaland.
Las relaciones entre Zahavi y el Bayern siempre han sido pésimas. El presidente de honor Uli Hoeness calificó al agente de “piraña codiciosa” durante las negociaciones frustradas para renovar a David Alaba.
Zahavi ya intentó en otra ocasión, sin éxito, sacar a Lewandowski del Bayern.
Ahora la tensión entre las dos partes ha vuelto en torno a Lewandowski, en ocasiones con versiones contradictorias que obliga a pensar que una de las dos partes miente.
Salihamidzic sostiene que Lewandowski rechazó una oferta de renovación. Lewandowski, de lo que Salihamidzic culpa a Zahavi, dice que no ha recibido ninguna oferta.
La posición oficial del Bayern sigue siendo que Lewandowski deberá cumplir su contrato.
Algunos analistas sostienen que esa postura se ha defendido con tanto énfasis que el club no tiene otra salida que bloquear la marcha de Lewandowski, renunciando a recibir dinero por el traspaso en este verano.
Sin embargo, hay una versión oficiosa según la cual una oferta de determinado monto y la posibilidad de conseguir un sucesor podría llevar a que el Bayern cambiase de postura. EFE