La Venezuela de Chávez y Maduro encontró fuerte resistencia en los claustros de la otrora prestigiosa Universidad Central de Venezuela donde enseñaron profesores de la talla de Jerónimo Irala Burgos y otros destacados pensadores e intelectuales de América Latina que encontraron en sus aulas refugio de las persecuciones de los gobiernos autoritarios del siglo XX. Hoy la perseguida es la UCV con sede en Caracas la que fue declarada patrimonio de la humanidad en el 2000 por ser “una obra maestra, un ejemplo de realización coherente de los ideales artísticos, arquitectónicos y urbanísticos de principios del siglo XX”. Así y todo con las carreras de: Hoy después de varias décadas, va camino de convertirse en una institución académica decadente por obra y gracia de la persecución gubernamental.
La están dejando morir a una de las grandes fuentes de conocimiento de América Latina , su ruina es nuestra condena. Al igual que nuestras escuelas, colegios y universidades degradas por la procrastinación, corrupción e inacción de gobiernos así también el Alma Mater de muchos venezolanos y latinoamericanos está desbarrancada por la miserable conducta del gobierno de Maduro. La universidad Central de Venezuela en cuanto a su tamaño que es de 1,64 km², este país no está en sus mejores condiciones edilicias.
Venezuela un p estuvo en el pico de su masivo ingreso de dinero por su petróleo entre los años 1866-1980 conocida como época de oro venezolana por la introducción a este país de 192 millones de dólares mal administrados por mediocres gobiernos posteriores, nada empáticos con las necesidades sociales como lo fueron el gobierno de Chávez y sus 20 años presidiendo este rico país que pudo y puede hacer mucho sin haber caído en su actual crisis económica. El gobierno de su sucesor a su muerte: Nicolás Maduro y su lema de campaña “juntos podemos” no ha logrado sacar la cabeza del agua que ahoga a este país también afectado por la corrupción, la persecución y el hambre que ha forzado a que más de 5 millones de venezolanos caminarán literalmente por todo el mundo para buscar refugio de un gobierno que dijo gobernaría a favor de ellos. El covid vino a agravar las cosas.
UN PAÍS DEGRADADO
La producción de la industria petrolera ha caído a niveles bajísimos similares a los años cuarenta del siglo pasado que así no aseguran buenos proyectos para el venezolano que hoy se lamenta haber seguido el canto de sirenas que prometió Chavez en 1999. Hoy además de lidiar con su devastada economía, con la pandemia que no dibuja nada positivo en el lamentable conteo que ahora registra a 142 mil infectados y 2.719 muertos en estadísticas que muchos dicen maquillada y disfrazada.
Lo que importa es la calidad de vida de la gente y el descenso de abuso político de bienes del jefe, no hay nada bueno de lo que vive Venezuela. La Universidad Central de Venezuela es un símbolo actual de la decadencia de ese país donde tantas mentes brillantes acogió a finales del siglo pasado y hoy lamenta su decadencia. Ella es símbolo de lo que sucede hoy en ese país. Es una muestra más en la que ha caído ese país fallido.