En el trigésimo aniversario de la Constitución Nacional, convencionales que participaron de la discusión o redacción de la suprema ley recuerdan lo que significó el paso a un Estado más democrático, sin dejar de lado las luchas contra ataques y crisis.
La Carta Magna de 1992 cumple hoy 30 años, marcando un antes y un después en el país, al recordar que representó un punto final a un régimen autocrático, para dar paso a la tan anhelada democracia.
“Esta fue la primera Constitución que se hizo en completa libertad, tolerancia política, religiosa y con participación con varios partidos como el Colorado, Liberal Radical Auténtico, Movimiento Constitución Para Todos, Revolucionario Febrerista y Demócrata Cristiano. Así, puede decirse con toda seguridad que los ejes son los más democráticos de todos”, destacó el Dr. Emilio Camacho, abogado y constitucionalista que participó de la convención y redacción de la Carta Magna.
Dr. Emilio Camacho
En ese sentido, el convencional remarcó que la Constitución logró consolidar un estado democrático en estos 30 años, sufriendo importantes ataques y crisis, pero superando cada una de ellas y reencauzándolas su marco. Estos aspectos fueron destacados por el Dr. Camacho, teniendo en cuenta lo que se vivió en el Marzo Paraguayo, el Juicio Político del 2012 y el intento de enmienda.
Para el convencional, queda como asignatura pendiente el campo del derecho social y la reforma judicial, no porque la Carta Magna no lo consagre, sino porque no son verdaderamente ejecutados. No obstante, considera difícil su modificación en coincidencia entre diversos sectores, por lo cual apuntó directamente a la necesidad de trabajar mejor en su divulgación y enseñanza para generar una verdadera militancia en torno a la Constitución.
SIN REFORMA, POR AHORA
“Con la Constitución de 1992 dejamos de lado lo que llamo como presidencialismo autoritario, configurado en la Constitución del 40 y el 67, pasando así al presidencialismo atenuado. Se restableció un equilibrio de poderes en el Paraguay entre el Ejecutivo, el Parlamento y el Poder Judicial, consagrando también los derechos inalienables de los paraguayos”, enunció el Dr. Carlos Mateo Balmelli, abogado, exsenador, convencional y analista político.
Dr. Carlos Mateo Balmelli
No obstante, el constitucionalista indicó que la Carta Magna debe ser reajustada, sin olvidar sus valores pétreos como los derechos humanos inalienables. Las cláusulas a ser readaptadas a decir de Mateo Balmelli son la descentralización, replanteando aspectos del régimen electoral y partido político; sin mencionar la importancia de rever la relación Poder Ejecutivo y Corte Suprema de Justicia, cuestiones eminentemente políticas.
“Pero ahora mismo no resulta pertinente; creo en realidad que en un año no electoral y con importante madurez política, se puede plantear una reforma constitucional. Hay que hacer bien las cosas”, determinó.
MAYORES DERECHOS
El Dr. Juan Francisco Elizeche, abogado y convencional, describe la Constitución de 1992 como una sanción que se dio con mucha esperanza, expectativa y participación, sin dejar de mencionar las dificultades y presiones que también conformaron el proceso de concepción de la Carta Magna actual.
Dr. Juan Francisco Elizeche
“Uno de los temas auspiciosos fue la participación de los pueblos indígenas desde la comisión redactora, permitiendo que nuestra nueva constitución cuente con la legislación más avanzada en materia de derecho de los pueblos originarios”, recordó el abogado, destacando a su vez la creación de organismos extrapoderes como la Contraloría General de la República, el Consejo de la Magistratura y otros más.
Los representantes de los pueblos indígenas en la Comisión Redactora de la Constituyente.
Con respecto a la reforma, el Dr. Elizeche la resaltó, garantizando que los organismos legislativos tienen vigencia sociológica, por lo cual luego de 30 años es pertinente comenzar a replantearse ajustes jurídicos. Dentro de esas revisiones, resaltó la descentralización, rever las funciones de las Juntas Departamentales, entre otros aspectos.
LA RECONSTRUCCIÓN
“La Constitución de 1992 fue la oportunidad para reconstruir el Paraguay y las críticas en torno a instituciones que no funcionan o no cumplen con su rol, en realidad no son culpa de la Carta Magna, sino de las autoridades. Esto sin mencionar que el cumplimiento de una Constitución también debe ser acompañado por el nivel de ciudadanía de un país, para defender sus instituciones”, subrayó el senador liberal y constitucionalista, Dr. Eusebio R. Ayala.
Dr. Eusebio R. Ayala
En cuanto a los posibles reajustes, puntualizó que es posible mejorar la redacción, suprimir instituciones para crear otras, pero todo esto debe contar con un buen componente democrático, junto con una conciencia general. Hasta el momento solo se desarrolló una modificación vía enmienda: permitir a los extranjeros la posibilidad de votar en las generales.
“Se proponen diferentes cambios, pero todos esos cambios deben tener una aprobación mayoritaria para que sea democrática y debe ser de acuerdo a los reglamentos establecidos en la Constitución, pues en el proceso de reforma se puede cambiar absolutamente todo”, aclaró el convencional.