viernes, abril 25

La autodeterminación de los pueblos / Félix Martín Giménez Barrios

En los tiempos conflictivos que atravesamos, cada día los expertos continúan
debatiendo como nunca acerca del derecho a la autodeterminación de los pueblos. Un
mundo globalizado como este, quizá nos hace cuestionar algunos asuntos respecto a
la libertad de un pueblo de poder decidir su propio camino en lo político, lo económico
y social. Es sin duda un tema controvertido, especialmente en toda sociedad que se
considere democrática o amante de la libertad.

Quienes hemos agarrado y hojeado algunos libros de historia, y especialmente sobre
la historia de nuestro país, sabemos muy bien que a lo largo del tiempo y
prácticamente desde el inicio de la civilización, la autodeterminación le ha sido negada
a distintas culturas. Un mal que, de cierta manera perdura hasta nuestros días. Vemos
como potencias mundiales continúan directa o indirectamente sus conductas
coloniales, llegando a extremos como usar la fuerza militar.

Resulta evidente que entonces, la autodeterminación de los pueblos sea cuestionada
cuando los que tanto defienden los derechos humanos, no son los primeros en
cumplirlos. Eso no elimina el hecho de que la autodeterminación es un derecho básico
que debe ser cumplido de alguna forma. Que cada país o bloque comunitario sea
capaz de trazar su destino y caminar a paso lento o veloz sin interrumpir al de al lado,
pareciera un ideal imposible tras tantas guerras y hambrunas que se han desatado.

Hay que recordar que, la declaración universal de los derechos humanos, adoptada
por la asamblea general de las naciones unidas el 10 de diciembre de 1948 en Paris,
expresa muy claramente en su artículo 1 lo siguiente. “Todos los seres humanos nacen
libres e iguales en dignidad y derechos. Están dotados de razón y conciencia y deben
comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Entonces podemos entender que
el derecho a la autonomía es inseparable a la dignidad y libertad de los pueblos.

En la práctica, la autodeterminación puede llevarse a cabo de distintas maneras. Un
ejemplo muy actual es la creación de estados independientes, el derecho a la
autonomía regional de algún grupo o cultura. De la misma forma, puede implicar los
logros en cuanto al derecho al voto o participación en un proceso de toma de
decisiones políticas. Lo que realmente es importante, es que todo pueblo tenga la
libertad de elegir su propio camino político, económico y social para así, alcanzar la
justicia y la paz.