Las cabañas Mbokaja se habilitaron el 6 de enero de 2018, etapa en la que San Bernardino atravesaba una “situación compleja”. En aquella época, las aguas del lago se encontraban contaminadas por algas cianobacterias y el municipio estaba sometido por la dejadez, recordó Mario Sandoval, propietario de la posada turística.
“San Bernardino estaba en una etapa de descenso. Había pasado por un momento de abandono. La estocada final fue la contaminación del lago por las cianobacterias”, mencionó Sandoval.
En este contexto, el propietario y su familia buscaron idear una opción turística “diferente”, que pueda ofrecer a sus visitantes la tranquilidad y belleza de la naturaleza.
Para desarrollar el proyecto, utilizaron de inspiración a Costa Rica, país centroamericano en que Sandoval se había desempeñado como embajador.
“Lo que ofrecemos, en primer lugar, es naturaleza. Es un espacio pequeño y hermoso. Somos la posada más pequeña de San Bernardino, pero eso también tiene un sentido. No pretendemos ser masivos, pero tampoco apuntamos a una exclusividad elitista. Las cabañas están dentro de la vegetación y hacen que la vivencia sea diferente”, explicó.
Además de la tranquilidad que pueden brindar las instalaciones del local, rodeadas de biodiversidad, la posada turística busca amenizar la estancia de sus huéspedes con un toque cultural: la exhibición de una pequeña biblioteca.
“Por ejemplo, tenemos en exhibición una pequeña biblioteca. Ese tipo de atracciones generan el interés por la lectura y el conocimiento. la experiencia no solo se trata de relajarse o tirarse a la piscina, sino que también de cuidar el aspecto cultural que es super importante”, indicó.
PROMUEVEN CONEXIÓN ENTRE LOS HUÉSPEDES
Si bien las cabañas Mbokaja cuentan con conexión a Internet, buscan incentivar los vínculos entre los visitantes que acuden hasta la posada turística.
Así, poseen en el lugar frases alusivas para lograr este objetivo.
“La verdad es que la red de conexión llega hasta las cabañas. Pero, por ejemplo, tenemos carteles que dicen: ‘A su lado encontrará mejor conexión que en Internet’. Ese tipo de cosas motiva a la gente. Además, ofrecemos atención personalizada para cada huésped”, comentó.
REAPERTURA EN PANDEMIA
Mario Sandoval recordó que, cuando el protocolo sanitario lo permitió, las cabañas Mbokaja se habilitaron nuevamente en julio de 2020.
Tras la reapertura, las solicitudes de hospedaje aumentaron paulatinamente.
“En la pandemia se dio una especie de ‘boom’, porque hizo que la gente que viajaba normalmente en sus vacaciones al exterior se volcara a San Bernardino, pues no podía salir del país. Como estamos en el departamento de Cordillera y Central estaba más restringido por la cantidad de casos, se optó esta ciudad”, afirmó. En este sentido, el propietario refirió que la demanda de hospedaje en las cabañas se incrementa generalmente desde enero, cuando inicia la “temporada alta”.
Esta saturación se extiende hasta la quincena de febrero.
“Este año, el primero de diciembre ya se incrementó la demanda. Por eso, a diferencia de los años anteriores, creemos que la temporada alta se va a extender durante todo el mes de febrero”, manifestó.