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La apatía: «El peor problema del país»

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La mayoría de las personas resguardan sus quejas en las redes sociales, mientras la apatía se convierte en el principal protagonista de las calles cuando se trata de reclamar reivindicaciones sociales. Así, la indiferencia y falta de participación se convirtieron en los principales enemigos de la sociedad paraguaya.

Para el miércoles se había convocado una manifestación frente a Mburuvicha Róga, mostrando repudio ante el caso de Vita Aranda, quien fue asesinada luego de un hecho de sicariato ocurrido en San Bernardino, durante el desarrollo del festival “Ja’umina”. Así también, otros planes estaban enfocados en demostrar rechazo ante el aumento del precio del combustible y diversos temas de tinte social.

Sin embargo, pese al gran número de ciudadanos que se esperaba reclamando un mayor manejo institucional en términos de seguridad y justicia, la única protagonista de la protesta fue la apatía, la indiferencia y la falta de participación.

Frente a esto, el analista político, Hugo Estigarribia, justificó el actuar de la ciudadanía diciendo que el carácter del paraguayo se destaca por ser manso y pacífico, eso sin mencionar que los estragos económicos dejados por la pandemia representan el principal factor que impide a la ciudadanía su involucramiento en manifestaciones.

Hugo Estigarribia 

“La apatía es uno de los problemas más graves de la ciudadanía paraguaya y se nota mucho la diferencia si comparamos el comportamiento de nuestro país con el de Chile, Argentina o Brasil”, señaló Estigarribia, ejemplificando la forma en la cual nuestro país no se caracteriza por acudir masivamente a reclamos sociales.

De este modo, la población al final prefiere resguardarse a través de las redes sociales, demostrando su enojo y posturas por medio de las redes sociales, antes que asistir a una convocatoria. Esto se debe esencialmente a la “comodidad” anónima de cada ciudadano, frente a la exposición que implicaría asistir a una protesta.

CAUSAS DETERMINANTES
Aparte de la falta de liderazgo capaz de convocar a una gran cantidad de personas, pues no se observa una figura fuerte a la cual seguir, Estigarribia resaltó que la falta de empoderamiento de los ciudadanos en temas que les competen, por verlos como aspectos muy ajenos a ellos, influye en sobremanera para una baja participación en las protestas.

El analista agregó que la apatía también se encuentra unida con los problemas cotidianos con los cuales debe lidiar la ciudadanía; es decir, nadie ve como suya la problemática socioeconómica o de seguridad, pues lo más preocupante para las familias resultan la falta de comida o servicios básicos.

“Para poder manifestarte debés tener el estómago lleno y la mayoría de la clase paraguaya es baja o media baja porque no tiene ningún tipo de oportunidades. Por ello, la gente ve este tipo de causas como ajenas, por no entender que también son causas propias”, sentenció.

LA HISTÓRICA APATÍA
Durante las manifestaciones pasadas tampoco se vio un desarrollo muy determinante, poniendo como ejemplo la manifestación ante el magnicidio de Argaña, Estigarribia destacó que dicha movilización no habría tenido el impacto suficiente si no coincidía con la movilización campesina por la condonación de las deudas.

“Por otra parte, cuando se destituye a Fernando Lugo, tampoco se observa una gran cantidad de personas en las plazas para manifestar su postura a favor o en contra del hecho. Durante el proceso de enmienda en 2017, la cantidad de personas no era masiva, lo único verdaderamente resaltante fue cuando dirigentes políticos fueron agredidos por policías”, recordó.

Ante esto, volvió a resaltar que la característica del paraguayo no está relacionada con tener una participación multitudinaria. De ese modo, el analista remarcó que se debe entender que solo con la movilización de la estructura política, la logística y la financiación por parte de los políticos, se puede hablar de una aglutinación significativa durante una protesta.

“Probablemente, solo el año pasado se observó una convocatoria masiva de personas, pero ahora debemos analizar el contexto, estamos recién en febrero y con muchos factores a tener en cuenta como el aspecto económico: no todos se encuentran con los ánimos para participar de manera asidua”, remarcó.

Por último, Estigarribia se refirió sobre las manifestaciones, indicando que la presencia en las calles constituye aspectos puntuales para cualquier toma de decisión sociopolítica.

“No hay gobierno ni clase política que resista la presencia en las calles. Una cantidad multitudinaria de gente manifestándose de manera trascendente, no aguanta nadie; este nivel de presencia determina destituciones, caídas de gobierno e incluso resultados positivos para algunos políticos”, aseveró.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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