A más de un año ante la falta de acciones por la desaparición de la niña de Emboscada, durante el desarrollo del día se aguardaba la lectura de la sentencia por parte del Tribunal encargado ante el caso.
Puesta primeramente la sentencia a ser dictada en la mañana del jueves, pasó para el mediodía y luego quedó para el transcurso de la tarde. Sin embargo, aún no se cuenta con un establecimiento fijo de las penas de los acusados y, por ende, tampoco de su paradero en alguna reclusión.
ESTADO DE LA ACUSACIÓN
«Para el Ministerio Público han quedado aprobados los ilícitos atribuidos a los acusados. Para Lilian Zapata, la violación del deber de cuidado y abandono en vertiente agravada por ser ella la madre, y para Reiner Oberuber, pareja de Zapata, el abandono», aclaró uno de los fiscales encargados del caso, Carlos Maldonado.
El pasado martes, el Ministerio Público había formulado sus alegatos finales, pidiendo para el señor Oberuber la pena privativa de libertad de 3 años porque el ilícito de abandono contiene sanciones que van desde 6 meses hasta 5 años de pena. Conforme al imperativo del artículo 65 del Código Penal.
«Mientras, para la madre, como se trataba de dos tipos penales atribuidos existe lo que se llama un concurso, entonces conforme a lo estipulado en el artículo 70 inciso primero y segundo, teniendo en cuenta el grado de reprochabilidad, coincidimos en que la sanción justa es de 9 años», destacó el fiscal.
Teniendo en cuenta la aparición de otros elementos dentro de la investigación, al señor Oberuber se le sumó la posesión de pornografía infantil, luego de una revisión de su celular.
Por otra parte, se había dispuesto la extracción de cabello y ADN para una mejor investigación, pero los acusados se negaron a realizarse las pruebas, por lo cual también se sumó un proceso por desacato.
Es necesario acotar que Zapata cuenta con un mayor pedido de la pena porque es la madre de la niña y si bien Oberuber es pareja de la misma, este destacó que no se encontraba en una función como padrastro de la niña para velar por ella como una figura paternal.
Luego de tanto tiempo de sufrimiento, no solo de la familia de la niña, sino también de una sociedad expectante al caso, pareciese que aún seguirá la agonía por saber del resultado final ante este hecho que aún permanece como una herida dura de procesar para la población paraguaya.
