Arthur Fleck solo quería que su madre estuviera orgullosa. Ella le crió para “dar risas y alegrías al mundo” y él lo intentó como pudo: primero, como cómico. Pero, cuando vio que el mundo le daba la espalda, terminó convertido en asesino. En Joker.
Y al fin logró que la gente le adorara: el público llenó las salas para verle y los críticos le aplaudieron. El séptimo filme más taquillero del año y, ahora, el favorito a los Oscar. Todd Phillips, director de Joker, bien puede reírse junto con su inquietante payaso: 11 nominaciones. Aunque le siguen, con apenas una candidatura menos, El irlandés, de Martin Scorsese, Érase una vez en… Hollywood, de Quentin Tarantino, y 1917, de Sam Mendes, como anunció este lunes la Academia de Hollywood.
Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar, optará al premio al mejor filme internacional en la gala, que se celebrará el 9 de febrero. Y Antonio Banderas, protagonista del mismo largo, competirá como mejor actor principal. Klaus, de Sergio Pablos, nominado en la categoría de largo de animación, contribuye a un hito del cine español: por primera vez, dos largos nacionales competirán el mismo año en la gala de los Oscar. La ceremonia, por cierto, no tendrá presentador, por segunda edición consecutiva.