La histórica guerra entre los judíos y los árabes, se remonta a tiempos bíblicos, cuando Moisés y el pueblo judío llegaron a la “Tierra prometida”, que no fue otra cosa que la invasión de los hebreos a los territorios ubicados a las orillas del río Éufrates, como Canaán y Filistea, configurando así tierras sagradas para tres religiones diferentes: judaísmo, islamismo y cristianismo.
Pero no todo se zanjó allí, contrariamente la violencia fue la constante desde la Antigüedad hasta hoy. Una rápida mirada al conflicto en tiempos contemporáneos, luego de la II Guerra Mundial y ya en plena Guerra Fría, en mayo de 1948 se proclamó oficialmente el Estado de Israel, una suerte de franja desde el Mediterráneo hasta Jordania de Este a Oeste y; desde Egipto hasta el Líbano de Norte a Sur, quedando imbuido el Estado de Palestina dentro de éste, básicamente las tierras de El Levante, la franja de Gaza y Cisjordania, además es un Estado no miembro de la ONU.
Los árabes cerraron filas y atacaron varias ocasiones al entonces recién constituido Estado de Israel, como fue la Guerra del Sinaí, la Guerra de los 6 días y en 1973 la Guerra del Yom Kippur donde finalmente Israel se impuso sobre la coligación árabe. Finalmente, el histórico acuerdo de paz entre Isaac Rabín y Jasir Arafat en Washington bajo los auspicios de Bill Clinton.
Pero una paz absoluta y verdadera nunca existió, pues, los palestinos eligen como gobierno a los sectores yihadistas de Hamas y del otro lado, a ultra-derechistas y judíos ortodoxos, con lo cual, torna casi imposible lograr un acuerdo entre ambos sectores. Lo que obligó a Israel a construir y poner en marcha el dispositivo de seguridad anti-aéreo llamado la “cúpula de hierro”, uno de los más efectivos del mundo.
Ahora bien, este brote violento de 2021 surge porque el gobierno de Benjamin Netanyahu estaba por fenecer tras agotarse el tiempo para formar una mayoría parlamentaria la semana pasada, por lo que el Pdte. Reuven Rivlin habilitó a Yair Lapid del laicista partido Yesh Atid para que buscara la mayoría en el Parlamento y así formar un nuevo gobierno. Gobierno que estaría conformado por una coalición entre la extrema derecha del partido Yamina de Naftali Bennet y los cinco parlamentarios de la Lista Árabe Conjunto bajo el liderazgo de Lapid, algo nunca antes logrado en la historia política israelí
Hamas, no tendría sentido con un gobierno con esas características en Jerusalén, ante su inminente muerte política atacaron Israel, donde algunos de sus penetraron la defensa israelí, que ha respondido legítimamente con operaciones aéreas y terrestres. Pero a la par de ésto, han tenido lugar linchamientos de judíos por parte de árabes y viceversa, escalando la violencia del conflicto a un escenario cercano a una Guerra Civil en la ciudad de Lod, entre otras. Infelizmente, todo indica que este conflicto se va a prolongar y la histórica iniciativa de Lapid y su gobierno de coalición, termine en el naufragio.
