martes, septiembre 30

Inteligencia artificial: ¿Copiloto perfecto? / Félix Martín Giménez Barrios

Puedo afirmar que hace dos años, nadie hubiera imaginado el tamaño del impacto que
el desarrollo de la inteligencia artificial llevaría a cabo en el mundo de hoy. Son tantas
las empresas tecnológicas las que nos ofrecen sus modelos de I.A, son tantos los
diferentes bots de charla con los que uno puede escribir y hablar, muchos de ellos se
encuentran gratis, los más avanzados requieren del pago de cierta suma de dinero.

Sin duda alguna, las inteligencias artificiales han cambiado el mundo desde entonces,
quizá no de la forma en la que los libros y películas de ciencia ficción han relatado, al
menos de momento no es tan así. Lo que si es un hecho es que, han revolucionado la
manera en que trabajamos, logrando ser capaces de automatizar tareas complejas y
tomar decisiones de riesgo en cuanto a la seguridad, un ejemplo muy claro es que ya
existen vehículos capaces de moverse sin la necesidad de un humano al volante.

Es bien sabido que, los más críticos aseguran que la problemática aparece no solo
cuando la inteligencia artificial elimina varios puestos de trabajo, sino que también
genera cierta dependencia a ella en quienes mantienen sus puestos laborales. Estos
expertos afirman que por más que la I.A ayude con las tareas repetitivas y tediosas,
ese hecho no es sinónimo de que las personas se puedan enfocar en tareas más
creativas o estratégicas.

Palabra mayor en todo este asunto es el mismo Steve Wozniak, cofundador de Apple,
en más de una ocasión, ha expresado abiertamente sus preocupaciones debido al
impacto de la inteligencia artificial, afirmando que es una herramienta con una cara
muy oscura que puede ayudar a los delincuentes. Tanto Wozniak como otros expertos
exigen que tanto gobiernos y empresas cooperen para que exista una regulación para
evitar que nuevas tecnologías como la I.A, sean utilizadas con fines dañinos.

No se puede negar que las inteligencias artificiales tienen aspectos que pueden ser
considerados terroríficos. Están quienes acusan a los bots de charla de no ser
objetivos y presentar sesgos en temas políticos, religiosos y culturales. Pero tratando
de responder la pregunta inicial, considero que la I.A no necesariamente sea un
copiloto perfecto o directamente el piloto, tampoco una amenaza directa, su caso es
muy similar al de la internet durante sus primeros años. Entonces de la misma forma
hay que saber cómo utilizarla de forma ética y responsable, así de simple.