El presidente de Indonesia, Joko Widodo, anunció este martes que el estadio de Kanjuruhan, en la isla de Java y escenario de una de las peores tragedias de la historia del fútbol mundial, será demolido.
«El estadio Kanjuruhan, lo demoleremos y reconstruiremos de acuerdo con los estándares de la FIFA como un ejemplo de un estadio modelo con buenas instalaciones, garantizando la seguridad de los espectadores y jugadores», señaló el mandatario en declaraciones a los periodistas.
El anuncio se produce poco después de que Widodo mantuviera una reunión con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, en la que ambos se comprometieron a mejorar la seguridad en los estadios del país, después de la muerte de más de 130 personas durante una estampida, según explicaron posteriormente en una rueda de prensa.
El pasado 1 de octubre, más de 130 personas y otras 460 resultaron heridas tras una estampida mortal que tuvo como principal desencadenante el lanzamiento por la Policía de gases lacrimógenos -una medida de control de multitudes prohibida por la FIFA-, de acuerdo a las conclusiones de un informe publicado la semana pasada por una comisión especial creada para investigar el incidente.
La tragedia, una de las más mortales de la historia del fútbol, también llevó a la formación de un grupo de trabajo conjunto entre el Gobierno indonesio y la FIFA a fin de mejorar las medidas de seguridad durante los partidos, en momentos en que el país asiático se prepara para albergar la Copa Mundial sub-20 el próximo año.
En ese marco, el jefe del organismo rector del fútbol mundial recalcó hoy durante la rueda de prensa que Indonesia «es un país de fútbol» y que «se lo debemos a ellos que cuando ven un partido están seguros y protegidos».
«Vamos a trabajar juntos como un equipo, como un equipo ganador. Nos centraremos en las operaciones (de seguridad) en los estadios, en los estadios en sí mismos, en los aficionados, su comportamiento y su compromiso», sostuvo Infantino tras expresar «sus profundas condolencias» a los familiares de los fallecidos. EFE