En poco tiempo o ya ahora estamos viviendo, trabajando y siendo acompañados diariamente con una tecnología que viene de la IR o inteligencia real. Ella muchas veces es la protagonista de muchos problemas sociales cómo la discriminación, misoginia, tacismo y otras actitudes de separación y desintegración social. Es una lucha constante y permanente a nivel global contra sus orígenes, causas y consecuencias.
Ahora, cuando esperamos que las herramientas y dispositivos hechas por el ser humano para el ser humano sean hechas para mantener o promover la paz e integración de todos en el todo y ocurre lo contrario deberíamos preocuparnos en serio.
Se ha descubierto que con la IA tenemos una “discriminación asegurada”. “La IA no es neutral porque es desarrollada por humanos, con sus visiones del mundo y sus sesgos”, sostienen expertas en derechos digitales. Mujeres y minorías quedan en desventaja, dicen los especialistas.
Hasta con las maquinas
“Los sistemas de inteligencia artificial funcionan bien para un tipo de personas: blancas, heteronormadas , que hablan inglés, que tienen movilidad, que pueden entender cómo funcionan esos sistemas”, asegura en diálogo con DW Paola Ricaurte Quijano, profesora del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.
Fuera del grupo de personas ya descrito con anterioridad, pueden existir problemas para la sincronización de tareas delegadas a un artefacto con IA. Lo que sugiere el desarrollo de algoritmos específicos para lograr identificar a todo ser humano que pueda, escuchar, ver, sentir y pensar con su inteligencia real o IR a y desee alcanzar un objetivo, académico o laboral sin tener que enfrentarse a falta de comprensión no sólo de seres humanos sino también de maquinas que fueron hechas para trabajar por y para nosotros y no al revés.
Un area mas de conflictividad acerca de la llamada inteligencia artificial que hasta ahora tiene mas interrogantes que cualquiera. La discriminacion es solo una parte de ella.