El contrato de Dwight Howard con Los Angeles Lakers tenía una cláusula importante en su confección: en principioel mismo no tenía montos garantizados, pero si la franquicia no se desprendía del pivote antes del 7 de enero, el vínculo de 2,6 millones de dólares quedaba fijo, asegurando el lugar de Dwight en el plantel, por el resto de la 2019-2020.
Esa fecha finalmente llegó este martes y como era de esperar, los californianos decidieron continuar con el ex Wizards en el equipo.
Los promedios de Howard son por lejos, los más bajos de su carrera: 7,1 puntos, 6,8 rebotes y 0,6 asistencias, en 19,5 minutos por partido.
Pero claro, los mismos ni siquiera empiezan a contar la historia del renacer del interno.
Lo cierto es que el oriundo de Atlanta se ha sabido adaptar a un rol completamente diferente a cualquier otro que haya tenido en su carrera y lo ha hecho a la perfección.
Un dato que no hay que perder de vista: durante sus primeros 1044 partidos NBA, había sido suplente en apenas un juego. Mientras que en la actual campaña, ha salido desde el banco en sus 36 juegos, sin crear ningún tipo de distracción.
Howard, que cuenta con 2,11 metros de altura, por fin ha entendido su actual lugar en la liga y está brillando en ese papel: atrás quedaron los pedidos demás balones en el poste bajo, para ser reemplazado por un pivote cuyas únicas responsabilidades pasan por proteger el aro donde promedia 2,6 tapas por cada 36 minutos, tercera mejor marca de su carrera, además de rebotear 12,5 rebotes por 36 minutos y definir lo creado por sus compañeros (un ex-cepcional 74% de cancha).
