La Universidad de Rosario, Argentina realizó un homenaje a a Augusto Roa Bastos, su nueva librería leva su nombre. En la vidriera de la misma reza una frase de Yo el Supremo que dice “Escribir no es convertir lo real en palabras, sino hacer que la palabra sea real”.
El Decano de la Facultad de Humanidades y Artes, Prof. Alejandro Vila y el director de cultura de la Universidad, fueron los gentiles mensajeros y anfitriones de un acto sencillo pero profundo, que nos muestra una vez más la huella importante que dejó Roa en toda su trayectoria, tanto en la literatura, como en el cine y en la educación. El acto se realizó en pasado 26 de marzo, en el marco de las celebraciones por un nuevo aniversario de la Facultad, donde Roa ejerció la docencia.
Gran emoción para toda la familia Roa y para los integrantes de la Fundación Roa Bastos, al pensar en la inmensa cantidad de excelentes escritores que tiene la Argentina y elegir el nombre de un paraguayo para su librería, es un gran honor que nos llenó de alegría.
La distinción tiene su origen en que en los años sesenta Roa fue profesor de literatura en esa Universidad, una cátedra creada a su medida y que en Rosario consideran fue un hito y un honor haber podido contar con tan importante profesor. 
Del acto participó la Dra. Nadia Czeraniuk, Rectora de la Universidad Autónoma de Encarnación, Paraguay, quien asistió a la ceremonia, donde tuvo una intervención representando a la Fundación y a la familia, ya que ella es actualmente la vicepresidenta de la Fundación. Esto significa tender lazos entre dos importantes universidades, sobre todo del interior, una forma de establecer convenios culturales y educativos.
En el acto se recordó a la profesora Nora Bouvet, quien fuera también alumna de esos cursos y que era una aficionada a la obra de Roa, hasta haber venido a Paraguay a investigar y escribir un libro “Estética del plagio en Yo el Supremo”. Fue una gran conocedora de su obra.
La reivindicación es la de haber revivido el nombre de Roa que por la dictadura militar de Argentina impidió que siguiera enseñando y que tampoco le reconocieran sus años de labor.
Son muchos los lazos que nos unen, culturales, emotivos, con la Argentina, lugar que fue nuestra segunda patria cuando Roa tuvo que emigrar en el año 47.
Actualmente estamos trabajando en la edición de una obra que recoge una serie de encuentros que realizamos juntamente con la Universidad de Encarnación “Augusto Roa Bastos entre lo temporal y lo eterno”, que ha sido reconocida por el Ministerio de Cultura de la República Argentina y que compartiremos ahora con la Universidad de Rosario.
Reiteramos nuestro agradecimiento, como Fundación y como familia por este recuerdo cariñoso hacia Roa Bastos.
