martes, octubre 7

Hábitos y felicidad

La felicidad es un estado de grata satisfacción espiritual, emocional y física. Un estado en el buscamos estar siempre al descansar, en el empleo, trabajo o cualquier momento y lugar donde y que nos toque experimentar en nuestra vida. Según Arthur C. Brooks, que es un autor, orador público y académico estadounidense, reconocido como un científico social que estudia la felicidad humana y el liderazgo; “Hay 4 hábitos que tienen en común las personas más felices. Son hábitos sencillos, humanos y profundos que se pueden cultivar fácilmente». Estos son:

  • La fe: conectar con algo más grande que tú: Puede ser creer en Dios, o simplemente en que hay algo más allá de lo inmediato. Lo importante es tener un espacio interior donde puedas parar, respirar y reconectar.

  • Tener una familia o vínculos sociales que sostengan (aunque no sean perfectos): Brooks insiste en que las personas más felices no tienen relaciones perfectas, pero sí estables, sinceras y cercanas.

  • Tener en cuenta La amistad, que el antídoto contra la soledad silenciosa: La amistad profunda no se mide en likes ni en planes compartidos, sino sobre todo en presencia emocional.

  • Conceptualizar El trabajo, con un propósito más allá del sueldo: No se trata de tener el trabajo perfecto, sino de conectar con el valor de tu esfuerzo y tener en cuenta el porqué se le emplea en algo en particular.

Una perspectiva de la vida

 

Estar feliz es fundamental porque actúa como un motor que mejora su salud física, mental y su capacidad para tener éxito en la vida. La felicidad no es solo una emoción agradable, sino un estado de bienestar que tiene beneficios tangibles y científicamente probados para el buen rendimiento en cualquier compromiso que debamos cumplir. La felicidad no es alegría; son estados diferentes:  la alegría es una emoción pasajera y espontánea que surge de un evento específico, mientras que la felicidad es un estado más duradero de satisfacción, bienestar y plenitud que se relaciona con un sentido de propósito y una perspectiva positiva de la vida en general. Hay quienes confunden estos estados y en algunos casos buscan estar siempre alegres y no se concentran en la felicidad. La felicidad da alegría. están íntimamente relacionadas, aunque son conceptos distintos: 

 

  • La Felicidad es un Estado General: Se considera un estado de bienestar subjetivo y duradero, una sensación general de satisfacción y propósito con la vida. Es el resultado de una combinación de factores a largo plazo

  • La Alegría es una Emoción Específica: Es una emoción positiva, intensa y más inmediata que se experimenta en respuesta a un evento o estímulo específico (como recibir una buena noticia, ver a un ser querido o disfrutar de un momento).

Cuando sientes que lo que haces importa —aunque sea en pequeño— tu autoestima sube, tu motivación se mantiene y tu día tiene estructura. Incluso en tareas rutinarias, puede haber satisfacción si se vive con conciencia. Y si no, siempre se puede ajustar el enfoque, buscar nuevos caminos o reinventar el propósito. Trabajar no es solo producir, es construir identidad. Y eso, bien enfocado, también es felicidad. Y si logramos identificar, construir y ampliar ese plan en nuestra vida aseguramos la existencia de la cómoda felicidad en nuestra mente, espíritu y cuerpo para triunfar en cualquier desafío que tengamos frente a nosotros.