Sudán está ubicado en el noreste de África y limita con Egipto al norte, el mar Rojo y Eritrea al noreste, Etiopía al sureste, Sudán del Sur al sur, la República Centroafricana al suroeste, Chad al oeste y Libia al noroeste.
En este país de 1.879.358 km² se está desarrollando un conflicto armado desde el año 2023 que es una lucha por el poder y el control de los recursos entre dos facciones militares rivales que anteriormente habían cooperado la una con la otra y ahora se enfrentan. Lo desagradable de cualquier guerra en el mundo y en la historia de la humanidad es que se vean perjudicados inocentes o personas que no deben sufrir o morir porque no tienen nada que ver en el conflicto. Ahora el secretario general de la ONU Antonio Guterres dice que la guerra civil en Sudán se sale de control.
Se subraya el ataque de las Fuerzas de Apoyo Rápido contra el Hospital Materno Saudí de El Fasher, la semana pasada, en el que asesinaron alrededor de 460 civiles, ha sacado a relucir las atrocidades que esta milicia está cometiendo contra la población. Se destacan Violaciones, torturas, masacres y millones de desplazados: Sudán y el genocidio del que nadie habla.
Un país en caos
Se sabe del ataque de las Fuerzas de Apoyo Rápido contra el Hospital Materno Saudí de El Fasher, la semana pasada, en el que asesinaron alrededor de 460 civiles, esto ha sacado a relucir las atrocidades que esta milicia está cometiendo contra la población. Puede que no conozca a los perjudicados o no se sienta identificado con sus dilemas, pero solo piense en su familia, amigos o conocidos y que se les informe de sus muertes o lesiones por haber sido atacados por otras personas armadas.
Guterres ha dicho que la guerra en Sudán está fuera de control y pidió que se detengan los combates y se ponga fin a la violencia. Que cómo dice mi sabia abuela; “la violencia solo engendra más violencia” y si no rompemos ese círculo vicioso corremos el riesgo de terminar perjudicados cualquiera de las partes involucradas en la guerra sea esta en Sudán, Medio Oriente o Rusia.
La guerra civil de dos años entre las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y las RSF ha creado lo que la ONU ha descrito como una de las peores crisis humanitarias del siglo XXI. Más de 150.000 personas han muerto y más de 14 millones han sido desplazadas de sus hogares, terminaron en carpas preparadas para refugiados o bajo algún techo solidario que los refugie del ruido y los riesgos que presenta el uso de herramientas bélicas que no traen consigo la paz, orden y progreso sino el miedo, disturbios, dolor y sufrimiento no solo de los militares sino de las personas perjudicadas que no tienen nada que ver en la pugna.
Guterres instó a las partes en conflicto a «sentarse a la mesa de negociaciones y poner fin a esta pesadilla de violencia, ahora». Sudan debe ser un caso más atendido por la comunidad internacional y no dejarlo en el olvido.

Licenciado en ciencias politicas (UNA), editor, comunicador, productor y editor de contenido creativo para medios de comunicacion o intereses particulares
