miércoles, diciembre 31

Géneros y complicaciones

El sentirse o ser gays, lesbianas, transexuales, homosexuales o heterosexuales es algo que preocupa a muchos hoy día, en el mundo creo que existen dos géneros; masculino y femenino que al relacionarse, e intercambiar ideas, gestos, puntos de vista y otras cosas, van congeniando y se forma la pareja para una relación amorosa, laboral o académica. Al menos es lo que aprendí en mi casa, familia y amigos, soy heterosexual y no me incomoda serlo, ni por eso soy homofobico, despreciando a quienes elijan querer estar con personas del mismo sexo. 

Comprendo y acepto estas cosas cómo acepto a la persona con la piel más oscura que la mía o que hable otro idioma, tenga otra religión o sea de tendencia política diferente a la que me encuentre. 

He ahí la riqueza del ser humano desde siempre, en la diferencia del uno con el otro y nuestra capacidad de adaptarnos a eso, remar juntos un bote, jugar entre todos un partido de fútbol o formar un equipo de lo que sea basado en la capacidad física o intelectual de cada integrante para entre todos lograr un objetivo que beneficie a la comunidad que funciona no solo teniendo cosas, luciendo o sonando bien, sino sobre todo si existe tolerancia, amor, comprensión y empatía el uno con el otro. Siendo el último punto la capacidad de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos que no nos hace menos o más el ser sensibles, porque es una característica de la personalidad que puede traer tanto ventajas como desafíos. 

Conflictos sociales

Acabo de leer un artículo que dice en parte que las mujeres están tan hartas de salir con hombres que el fenómeno incluso tiene nombre: heterofatalismo. Entonces, ¿qué hacemos con nuestro deseo?, a los hombres heterosexuales cómo yo que leen esto, dejaremos que las mujeres opten por involucrarse con con otras mujeres o las vamos a respetar, cuidar y amar cómo se merecen pasta que ni piensen en dejar de ser mujeres, feminas, señoras o señoritas.

Hoy día surgen curiosos términos cómo el heteropesimismo o heterofatalismo que significan una perspectiva pesimista o insatisfacción con las relaciones heterosexuales y un término que describe la desilusión y frustración que experimentan algunas mujeres heterosexuales con las relaciones heterosexuales respectivamente.

Lo que indica que cualquier heterosexual  tambien estamos cuestionandonos sobre si es correcto o no que escojamos a una dama o caballero para relacionarnos, o que sería una oportunidad o no para agrandar la comunidad LGBTQ. Algunas personas hasta molesta por la intensidad de sus campañas y formas de promocionarse cómo miembros de una comunidad que tiene problemas con algunos gobiernos y lugares en particular por cualquier razón que va  contra la naturaleza o porque no es atractiva su forma de lucir o expresarse. 

Mucha gente la está interrogando burlonamente acerca del heterosexual que servimos no solo para ser el polo opuesto del homosexual sino para traer y sostener vida al planeta, que en algunos países preocupa ppr su baja tasa de natalidad y por eso abren sus puertas a otras culturas distintas que presentan la intención y voluntad de hacerse responsables de su familia, no solo los padres sino también los hijos que existen, no para depender y ser sujeto de festejos frecuentes sino para colaborar en cualquier tarea basica de la casa cómo el orden y la limpieza. Todo eso no lo debe hacer solo un genero donde y cuando sea sino en lo posible combinar la fuerza y capacidad del hombre y la mujer en el hogar, aula, oficina o donde estemos personas del género que sea, porque así logramos y promocionamos la existencia de armonía y progreso de proyectos que tengamos en común entre todo ser humano, que en lo posible no debe estar en contra de otro por razones exógenas sino  por motivos que vayan contra la integración o motiven la violencia del uno contra el otro.  Hay que aprender a convivir y a tolerarnos.